La
Semana de NetWorking Bogotá 2009 significó un importante esfuerzo por poner al
día el tema del teletrabajo o, mejor, del uso de las tecnologías
informacionales en la gestión pública.
Mucho
va del teletrabajo (término acuñado por las épocas remotas del wordstar y el disco de 5.25 ¿recuerdan?), al NetWorking: el
primero describía una especie de maquila hogareña -parecida a las de las
vecinas aquellas que cosían por cuenta del dueño de la sastrería-, sólo que con
máquina de escribir o computador en vez de la singer.
Quienes
creyeron que el teletrabajo ampliaría las opciones de empleo vieron frustradas
sus esperanzas. En algunas partes se llegó al extremo de charlatanes que vendían
cursos para «hacerse teletrabajador«,
como si ésta fuese una profesión y no una forma de ejecutar las actividades
laborales.
Mutación social
La
sociedad industrial ha mutado hacia la que M. Castells llama la sociedad
informacional. Es inconcebible que la gestión organizacional se siga
adelantando con criterios feudales.
El
hecho de que la producción de riqueza se realice, hoy por hoy, a partir del
trabajo intelectual (aquel que se dedica a los procesos de creación,
procesamiento, recaudo y transferencia de información) es causa y consecuencia,
al mismo tiempo, de los avances científico-tecnológicos.
Precisamente
el NetWorking se ocupa de analizar el impacto de la utilización de las TIC en
los procesos productivos para promover la adopción de mejores prácticas. En lo que se refiere a la Semana de
NetWorking Bogotá 2009, el objetivo central fue la gestión en la administración
distrital.
Los
resultados, en términos de participación de empleados distritales, interés por
parte de las instituciones y conclusiones; pueden calificarse se
extraordinarios. Ojala quienes se empeñan en legislar sobre teletrabajo con criterios
hace siglos superados, se acercaran a esta experiencia que merece repetirse.