Decisión difícil la que tiene entre manos la alcaldesa Clara
López en la designación del presidente de ETB: debe atender la presión del
poderoso grupo Aval (Luis Carlos Sarmiento Angulo) sin menoscabo de las
trasnacionales, de funcionarios venales e inversionistas corruptos -además
de los políticos ambiciosos- todos montados en el tiovivo que gira alrededor de
la empresa capitalina.
Garantizar integridad
y modernización
Por si fuera poco, la alcaldesa debe responder a un hecho
político incuestionable: todos los partidos representados en el Concejo
Distrital rechazaron la venta de ETB. Así lo han entendido los candidatos al cargo, excepto dos
empecinados adeptos de la privatización a como dé lugar, Antanas y Peñalosa, cuya cercanía a dicho poderoso grupo y una que otra tras-nacional es conocida.
Tendrá, pues, la actual mandataria capitalina, que impulsar la designación
de alguien con capacidad de garantizar la integridad de los recursos públicos,
la modernización de la empresa que posee la red de comunicaciones más avanzada del país y una de las más importantes de Latinoamérica y de responder a los clientes hastiados de los abusos y manipulaciones perpetradas por el sector
enquistado en la dirección de la Compañía desde hace varios años.
Males de la
suspensión
Obviamente, algunos prefieren aplazar la decisión para ver
como quedan las cosas después de las elecciones de alcalde y concejo. Es
probable que Clara López haya examinado, esa opción en cuyo caso los cambios de
dirección que requiere urgentemente la empresa se alargarían, el impulso ganado
en el último debate se frena y mientras aumenta la pérdida de espacio en el
dinámico mundo de las comunicaciones.
La idea de recapitalizar a Telefónica-Telecom para, a
renglón seguido, fusionarla con Movistar, responde a la re-estructuración global
de esa trasnacional y busca amortiguar,
con recursos aportados por las sucursales latinoamericanas, los efectos de la
recesión que afecta los mercados europeos y estadounidense. Entre tanto
Telmex -y UNE con su licencia para uso del espectro-, ganan la partida en el
mercado 4-play.
En ese contexto es preciso analizar el alcance de un rumor
que candidatiza a Alejandro Ceballos (cuestionado por su desempeño en las firmas
paisas Orbitel UNE y EPM), para la presidencia de la empresa bogotana.
Manos y títeres
Orbitel fue creada para competir contra ETB en la larga
distancia, con una composición accionaria de 50% EPM, 25% el grupo Valorem (Santodomingo-Bavaria)
y 25% Organización Luis Carlos Sarmiento Angulo (Aval). Luego de seis años de
operación, los dos grupos privados prefieren vender su participación a EPM.
En Julio de 2006 Alejandro Ceballos declaró que el valor
total de Orbitel era de U$80 millones, pero un mes antes él propició la compra del
50% en manos privadas por U$ 86 millones.
En esos términos, se configura un cuantioso sobre-pago en favor de
los grupos Santodomingo y Sarmiento Angulo. ¡Vaya defensa de los intereses
públicos! Ceballos alegó que el valor de marca
de Orbitel, de U$40 millones, representaba la mitad del patrimonio total lo cual, de ser
cierto, constituye un auténtico record mundial.
Hace poco la Red de Veedurías solicitó reabrir el proceso de
responsabilidad fiscal dado el probable detrimento de US$80
millones en el sobre-pago por parte de EPM de las acciones privadas en Orbitel.
En junio de 2006, EPM adquirió el 50% de las acciones de
Orbitel por US$85 millones. Sin embargo una
valoración de Signals concluyó que el valor operacional de la empresa era de U$17.3
millones más que, restados los activos no operativos y la deuda financiera, daría
para «un valor definitivo de 66.2 millones de dólares, o sea, 160.171 millones
de pesos, es decir, que el 50% de la empresa Orbitel tendría una gran
probabilidad de valorarse en 33.1 millones de dólares en vez de los U$85
millones que finalmente canceló a los dos conglomerados privados más
importantes del país«.
Por eso hay que rogar que
las manos que manipulaban el títere de Orbitel, no lleguen a ahogar las
esperanzas de renovación y avance que la alcaldesa Clara López alienta en ETB.