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La caída del precio de
las acciones de EEB es resultado de un montaje premeditado. Y no, como
sostienen errados expertos e ingenuos parroquianos, una reacción espontánea del
mercado bursátil.
Basta, no más, ver la manipulación
completa…o casi!
Escena 1. Domingo 4 de diciembre.
El Tiempo publica la entrevista que 4 días ante Yamid Amat le hizo al Alcalde
electo Gustavo Petro. Allí Petro ratifica los puntos centrales de su programa
de Gobierno y, entre muchos otros, se refiere a la fusión de las empresas públicas
de Bogotá. Respecto dice que ETB no se venderá y a la EEB – en la frase final del reportaje–
“se le dejarán las alas que tengan
lógica con Bogotá”.
Escena 2. Lunes 5 de diciembre.
Algunos expertos, consultados por El Tiempo sobre las declaraciones de ayer,
opinan que el cobro impuesto a la plusvalía sobre el suelo urbano es
conveniente, pero nada se dice sobre el tema de la fusión de las empresas.
Escena 3. Martes 6 de diciembre.
Según la opinión de comisionistas de bolsa, a la que El Tiempo hace eco en su
primera página, la caída de los precios de las acciones de EEB y ETB que se
presentó ayer, obedece a las declaraciones del domingo pasado.
Escena 4. Miércoles 7 de
diciembre. Desatinado editorial de El Tiempo contra el Alcalde Petro
por el tema de las acciones de ETB. Afirma que está “jugando con la joya de la
corona”.
Escena 5. Jueves 8 de diciembre.
De nuevo en primera página, El Tiempo arremete contra el Alcalde Petro por el
tema de las acciones. En su versión impresa habla del “efecto Petro”.
Escena 6. Domingo 11 de
diciembre. Los calumnistas del periódico de Sarmiento Angulo cierran
filas en torno al patrón (¿Lo rodean?) y se van, con argucias más que
argumentos, contra el Alcalde Petro.
Aún no cae el telón ¿Título de la obra?
Aún si el mercado
bursátil nacional no fuese tan embrionario, como lo es, resulta improbable que una declaración como
la del Alcalde Petro (manifestada, además, reiteradamente y expuesta con
claridad en el Programa Bogotá humana Ya!) lo afecte de modo inmediato.
Ningún argumento
describiría una escena con cientos, o miles, de pequeños propietarios de
acciones de EEB y ETB leyendo ansiosos la edición dominical de su periódico
(pues todos, claro, son suscriptores de El Tiempo) y luego haciendo fila el
lunes en la madrugada ante la bolsa para solicitar a sus corredores que se
deshagan de los papeles (bursátiles).
En cambio si es creíble
un guión que muestre, o al menos indiqué los rasgos de algunos personajes
claves.
En las movidas
especulativas, los principales actores no aparecen ante el público. Tampoco se
entrevén tras bambalinas aunque sean, también, los dueños del teatro y de los
tramoyistas, obviamente de la caja registradora y del portero, del tablón de
anuncios y del periódico y de la ciudad.
Si El Tiempo quisiera informar
con veracidad a sus lectores, como tiene que ser, debería averiguar quien “marcó punta”, como se
dice en la jerga de la bolsa, el lunes ofreciendo vender (o comprar), grandes
paquetes de acciones EEB y unas pocas de ETB a determinado precio.
María Isabel, que siempre
rueda al lado del dueño, admite que Corficolombiana, operaria del montaje y
propiedad de Luis Carlos Sarmiento, posee el 4% de las acciones de EEB.
Ecopetrol y otros accionistas institucionales mal podrían haber diseñado una
operación así. Y los pequeños accionistas menos aún.
Como dato curioso: Luis
Carlos Sarmiento Gutiérrez y al menos otro miembro de la Junta directiva de
Corficolombiana lo son, al mismo Tiempo,
de la junta de EEB. ¿Cruces de información privilegiada?
Perdieron valor
A la opinión pública le
quieren vender el cuento de que esa jugada diestra (por la derecha, pero no
derecha sino torcida) hace perder valor a la EEB y, en consecuencia al
patrimonio de los bogotanos.
En realidad son esos
grandes propietarios, con sus agiotajes respaldados por “expertos” y opinadores
fletados, los que destruyen valor social, al tiempo que aumentan sus ganancias.
En ilustrativo humor inglés: hilarante diálogo entre un periodista y un especulador.