Torpes y lentos lucen el aparato público, el sector privado y el educativo al momento de seguir el vertiginoso ritmo de apropiación de las tecnologías informacionales que muestra la gente del común.

Minga en la WEB

Gente que, todos los días y a cada rato, da muestras de creatividad e iniciativa al momento de incorporar los dispositivos de comunicación en sus actividades diarias. Así elevan su efectividad, ahorran recursos, tiempo y energía y optimizan las interacciones con su entorno.

En esas condiciones, resulta inexplicable el rezago de entidades públicas, empresas, “medios de información” e instituciones educativas. Y, absurda la pretensión de esas dirigencias por imponer políticas y “programas de digitalización y apropiación social de las TIC”, a sectores que les llevan un buen trecho de ventaja como se ve con indígenas, campesinos, estudiantes, amas de casa, trabajadores y hasta desempleados.

El talento de Feliciano Valencia (dirigente de la Minga Indígena y Social que adelantan más de 50 mil indígenas exigiendo el cumplimiento de los compromisos gubernamentales) para informar a través de las llamadas “redes sociales” contrasta con la bobería de tantos funcionarios y ejecutivos lerdos en el lenguaje aunque provistos del último aparato de moda.

La actividad de Feliciano contribuye a impulsar un proyecto colectivo en el que la comunicación secunda procesos productivos, culturales, ambientales y políticos comunes a otros sectores de la población, al país y al mundo.

Limitados, ineptos y deshonestos

Por el contrario, un análisis de la presencia de entidades y jerarcas estatales, empresariales, académicos y del espectáculo en la Web devela fácilmente la intención de presentar atributos o realizaciones en realidad inexistentes.

El alarde de entidades y personajes “públicos” atribuyéndose logros y atributos dudosos (mientras, de paso, buscan ocultar su ineptitud y deshonestidad), predomina en las “estrategias digitales”, que aplica la mayoría de los altos funcionarios públicos, conforme la política del MinTic en esas materias.

La tal “estrategia” constituye un prototipo de mediocridad y falta de investigación (recubierta por una cosmética politiquera, en un lenguaje atiborrado de tecnicismos mal copiados y peor redactados); que no merecería ser ojeada de no ser porque se pretende imponer a todas las entidades públicas del país.

A través de esos remiendos mal aparejados, se trasluce una admiración por modelos que si han tenido éxito en otras partes ha sido, precisamente, por que se basan en el examen de su propio entorno y no en pésimas y costosos imitaciones.

Por desconocer los rasgos específicos de la diversidad local y regional la godarria ha tenido que enfrentar fuertes resistencias desde la colonia. Ahora, en la sociedad informacional, incurren en un fiasco mayor.

Test de objetos inservibles

• Encontrar en los sitio Web distritales información sobre los eventos del “mes TIC” del Distrito Capital (presenciales en su mayoría. Poca interactividad virtual, como si no existiesen herramientas para ello), es una odisea digna del más avezado cracker.

• El sitio Web del aeropuerto Eldorado remite a las aerolíneas para averiguar las condiciones y requisitos que deben cumplir los viajeros obligados a tener la vacuna contra fiebre amarilla.

• No es posible diligenciar por Internet el formato de devolución del IVA a viajeros internacionales. La oficina de la DIAN, en el mismo pasillo oculto donde finalmente vacunan contra la fiebre amarilla, exige llenar un formato a mano y mostrar los productos adquiridos con IVA: lleve la maleta, ábrala, muestre lo que compro, replete el formato, vuelva a cerrar y ¡feliz retorno!

• El delfín que dirige la Unidad de Protección de víctimas se muestra más preocupado por lo que dicen de unas galletas, que por impedir el asesinato impune de opositores y simples descontentos del régimen que él debería cuidar.

• Desbordando sus competencias, la veeduría exige a las entidades distritales, hospitales y alcaldía locales de Bogotá cumplir lineamientos del orden nacional que esa misma entidad NO cumple (ni tendría que hacerlo, pues no es entidad del orden nacional ni territorial: aunque es pública es del orden distrital, dependiente de la Alcaldía Mayor). Entre tales exigencias está la de “publicar el formato único de hoja de vida del máximo directivo. Por lo demás este sitio, como la mayoría de los de entidades públicas NO cuenta con herramientas colaborativas para la participación ciudadana.

Premio a los ganadores

Entre quienes resuelvan correctamente dos (2) de los temas anteriores se rifará un enlace al portal único del estado colombiano