WILLY WILDE, Exsecretario de redacción de El Tribuno
viernes 23 de diciembre de 2011 Opinión
«Sind oder nicht sind, thats the question! Capisce, voila monsieur. Da?» (Ser o no ser, esa es la cuestión. Entiende, ahí va señor, ¿sí?). Esta frase es una mescolanza de seis idiomas, pero no incluye las palabras que debe usar para comunicarse alguna vez con el o los tripulantes de un ovni, que medio de casualidad baje a su lado y lo interrogue, salvo que quiera «abducirlo» (llevárselo), como hicieron con el chiquito de «Encuentros cercanos del tercer tipo», filme fantástico que se fijó en el cerebro de los habitué a la ciencia ficción.
Estos «sujetos» del espacio, me tienen muy molesto. Se sabe de ellos desde 1947, o sea se niegan a hablar con nosotros, ni siquiera con señas, así que estoy tratando de aprender a hablar con señas, copiando de la televisión. Como por ahí, de vez en cuando, se muestran con toda claridad, ni asoman por la ventanilla, como para que no dudemos que están. Me pregunto si capaz, en una de esas, les atropellamos el ovni con el auto, ¿no saldrán a insultar, aunque sea hablando en jeringonza?
Oiga; ni hablan ni cantan ni nada. Puras señales nomás, a veces hasta en el suelo, los que dije («Cropcircles»). Bueno, al menos aparecen, casi diariamente, en algún punto del cielo, y antes lo hacían de noche, ahora a cualquier hora, como para dar que hablar a los ociosos que circulan por este ajetreado planeta.
Usted puede ser un «creyente» del fenómeno, o ser «no creyente» y darse el lujo de reírse de los primeros y hasta medio sobrarlos (gastarlos, se dice ahora). Por lo mismo me cruzo con amigos, ocho de diez de los cuales me preguntan si creo o no creo. Primero verifico que no me miren con sorna (gesto a veces insondable, pero humano), después me tomo mi tiempo y prefiero escucharlos. Hace unos días, me crucé con uno de ellos que me dejó helado. ¿Para señales unas mejores que nada, los «dibujos de Nazca, en Perú», quién iba a verlas a nivel del suelo?, hay que volar bien arriba. Si tiene tiempo infórmese, valdrá la pena, además que le sirve como para argumentar que estaban diseñadas antes de las actuales.
«Mire -les digo-, soy un escritor «monocientista» (ejem), abordo temas de ciencias en forma independiente y siempre consulto a fondo, sea en mis abundantes libros o por Wikipedia de internet y otras vías, más fácil. Entre mis libros, hay alguno valioso, como «El libro azul’ del mayor de la Marina de USA Donald Keyhoe (1897-988), que señalaba que efectivamente hay «una maniobra de encubrimiento de los gobiernos, desde 1950».
Casi una biblia antes y libro de cabecera cuando iba a buscar ovnis a la cumbre del San Bernardo. Un día, fuimos para allá con un gran amigo, desaparecido hace poco. Estuvimos desde las 8 de la noche hasta la madrugada siguiente. Por las dudas, llevábamos grabadora a cinta magnética, poderosos prismáticos y hasta una filmadora de cine Súper 8. No solo que no vimos nada sino que al regreso estaba la cana esperando a los que subían por el camino de autos para asaltar a las parejitas y se hacían los «romanticidas» ahí. Por suerte, nos largaron enseguida.
Como «todólogo» impertinente, periodista que escribe lo que venga, voy reeligiendo el tema porque no quieren dejar de comentarlo. Un mes después de mi última nota sobre las señales en los trigales (Cropcircles), incluidos los de acá cerca, Chicoana, todavía la siguen discutiendo y eso que la enfoqué con cierto humor, como ahora. Claro que nos gusta que nos lean, aunque no coincidan, van a seguir y siguen discutiéndolo.
Me crucé con Gustavo Fantozzi, también periodista y ameno animador radial, otrora colega en el Curso de Corresponsales de Guerra para el tiempo de las Malvinas en Córdoba, que no acepté porque un general me confesó: «No sigan porque ustedes son civiles y jamás los vamos a mandar allá».
GF me contaba «Señales eran, ¿pero quién pudo leerlas? Un familiar mío, que trabajaba en un campamento de vialidad, dormía en una carpa él solo y para que no lo embromen, puso un cartel en la entrada: «Aquí descansa un hombre que trabaja todo el día muy duro. ¬No lo molesten por zonceras!». El único problema es que escribió el mensaje en su idioma natal: ¬griego!
Concluyo señor, señora, señorita o borié, me comprometo a mantenerlo informado, en cuanto me entere, del caso serio de que algún enanito verde haya hablado. Anoche salí al patio a hacer señales de luz con una poderosa linterna, ma’ ver si algún «ovnípodo» se enteraba y venía de visita y me hacía finalmente famoso a nivel mundial y hasta planetario. Ya veo los titulares: «¬Periodista salteño hace un primer contacto con un ser extraterrestre!».
Motivaría la venida de cientos de miles de «creyentes». El turismo crecería a niveles nunca registrados.
Pero no hubo caso, estos individuos no se compadecen, no bajan ni por broma a conversar un rato con los jubilados de esta salteñidad, que son los que están dispuestos a hablar de lo que sea y suman cientos que inundan los cafés de las recovas en torno a la plaza 9 de Julio. Voy a ver si hablo con el suizo ese que construyó una pista de bajada de platillos en Cachi. Mire que notición sería. Por las dudas, estoy armando unos turnos de vigilancia por esos lados, cosa que no se nos escape nada.
Miren visitantes alien: ¬ya es hora de que dejen de ser tan poco civilizados de venir de visita y ni siquiera pasar a saludar. Salvo que estén empacados, por razones que seguramente no entenderemos…
Dato: hay una entrevista al mayor Keyhow en internet, en la que él explica detalles de por qué estos visitantes no quieren o no pueden comunicarse con los humanos. No tiene desperdicio. La entrevista está en inglés, con subtítulos en ese idioma. La efectuó el famoso periodista Mike Wallace, hace unos 40 años.
N DEL CIO: Esta nota del diario El Tribuno es una prueba más de lo estúpidos e ignorantes que pueden ser los periodistas de mi país y conste que el señor Willy Wilde no es cualquier periodista, es un ex secretario de redacción (por suerte); a pesar de ello no escapa a la mas supina ignorancia sobre mínimas cuestiones que presenta el tema extraterrestre: tema que según al igual que muchos de sus colegas jamás a investigado, solo se a han queda en lo superficial de sus preconceptos y de una ironía ciertamente patética. Por eso este señor no sabe que los extraterrestres son tan evolucionados que no necesitan el sonido de las palabras y mucho menos por señas, como este señor lo sugiere, para comunicarse con nosotros, que estamos a nivel de evolución millones de años detrás de ellos. Por eso que utilizan la telepatía para comunicarse con nosotros. Propiedad que alguna vez el ser humano alcanzará. Por eso Benjamín Solari Parravicini, anticipó en una de sus psicografías proféticas.
Por lo tanto, si se puede hablar de OVNIs con seriedad, pero para ello hay que tener voluntad de ser un libre pensador.
Quiero desear a todos los que acompañan este blog, cercano a cumplir dos años en un medio del nivel de la Editorial» El Tiempo», que tengan unas «Felices Fiestas» en la seguridad que se acercan los momentos más apasionantes que jamás a vivido nuestra humanidad.
JAS-CIO