Cómo olvidar el rostro, la personalidad y sus editoriales Dr. Fernando Jiménez del Oso.
No estamos solos:
Contamos a nuestros lectores que en el año 2008 realizamos un homenaje en el marco de nuestro Congreso Internacional de Ovnilogía con la presencia de su hijo Fernando del Oso, quien conmovido y agradecido asistió al evento. Momento emotivo para el CIO y para Capilla del Monte.
Como olvidar, lo realizado por usted y Juan José Benítez en su momento cuando en el año 1990 se trasladaron a Capilla del Monte y realizaron el documental URITORCO, que es parte de la saga En busca del Misterio. Una serie de documentales que traen a los interesados en la temática entre tantos temas, los Moais, Las esferas de Costa Rica, la zona del Silencio, las Momias de Arica, las Siete Luminarias. URITORCO, expone el relevamiento de uno de los casos vividos, únicos en el planeta, enmarcado dentro de la casuística OVNI. Allí manifiestan ustedes los diversos temas propios de esta zona geográfica que no deja de asombrar a quienes lo visitan, convocados por tan fantástico hecho.
La Magia de la vida permite desde nuestra tarea, realizar un homenaje constante en esta voz única y un pensamiento que sin temor a equivocarnos evoca la realidad de una humanidad que adolece de una actitud crítica ante su accionar como individuo.
Será para nosotros una de las voces en el recuerdo cuando a la temática nos referimos. Y el dosier de material expreso por usted en tantos lugares de difusión serán los voceros de su actuar y el legado. Muchas gracias Dr. Fernando Jiménez del Oso.
Quienes lo quieren en su momento:
https://www.facebook.com/notes/mario-miguel-gorosterraz%C3%BA/homenaje-al-dr-fernando-jimenez-del-oso/10205659175141596
En la jungla de mis archivos – cada vez más profunda- ha ido prosperando una sección que, en un primer momento, nació tímida y frágil. Parecía nada. Ahora, cinco décadas después, es lo más noble de mi territorio. Recibe el título de «Gente maravillosa”. Ahí acumulo imágenes, documentos y recuerdos de quienes han influído en mí, siempre para bien. Los otros, -necios y vampiros-, ocupan una carpeta mucho mas voluminosa.
«Gente maravillosa «es gente única, que jamás podrá se reemplazada. Gente que, por una u otra razón, me deslumbró. Gente hacedora de maravillas terrenales, como saber escuchar, responder sin demora y sin retroceso a la angustia o a las necesidades de los otros, aplicar con tacto la pomada del humor y, muy especialmente, respetar a propios y extraños, aunque sean intoxicadores, frotaesquinas, malparidos o necios cromosómicos.
Fernando se hallaba en esta carpeta antes de morir (incluso cuando tenía pelo). Y fue así porque, además, era un sabio estimulador de dudas, porque era ducho en la siembra de silencios, porque me demostró que su mano izquierda nunca sabía lo que regalaba la derecha y porque, simplemente, hay seres a los que se les quiere, sin más.
En cierta ocasión me dijo: «Lo sé todo, pero se me ha olvidado». Ahora estará en plena faena de recuperar lo que fue suyo (de lo contrario se habría levantado de la muerte y habría vuelto). No lo negaré. Siento cierta envidia. Ahora, él conoce la verdad de los ovnis, aunque no pueda fumar. Yo, no debo fumar y no conozco nada de nada.
Espérame, amigo.
J.J. Benítez
Recuerdo de Jorge Alberto Suárez
Conocí al Dr. Fernando Jiménez Del Oso, en Octubre de 1989 al verlo descender de un taxi que lo trajo de Cordoba a Capital a Capilla del Monte, junto al escritor español Juan José Benítez, desde el primer café tomado en un bar de Capilla descubrí a un ser dueño de una personalidad ciertamente apasionante, de cabeza calva, con profundas ojeras y un hablar pausado como si meditara cada palabra, desde ese mismo momento lo admire y agradecí a la vida haberme permitido conocer tamaño personaje, también le agradecí hasta el momento de su partida de este plano, que me distinguiera con su fraterna amistad, me divertí con su fina ironía, dueña de una sabiduría que solo ejercen los grandes, Fernando como investigador de OVNIs gozaba de una alternativa mas que la de sus pares, además de su inteligencia innata, era profesional de la psiquiatría lo que lo posibilitaba acceder con mayor rigor y certeza al complicado “fenómeno OVNI” en su vertiente filosófica, especialmente poder explicar con mayor capacidad las experiencia de los “contactados” no obstante mas de una ves a través de sus sesudas editoriales de la revista “Enigmas” que dirigió hasta su lamentablemente partida, se irritaba ante las pocas pruebas determinantes de los “no identificados” como le gustaba llamar a los extraterrestres, amenazándolos con enviarlos a hacerse “puñetas cósmicas” ante lo que el consideraba una mezquindad de los “visitantes” del espacio”.
Realmente podría seguir recordando a Fernando hasta el infinito, pero le quitaría valor a este homenaje que me ha pedido el amigo Mario, ya que en el caso del Dr. Del Oso, soy inimputable, lo respete y lo quise como amigo sin ningún condicionamiento, tanta fue mi admiración y cariño por Fernando, que no me avergüenza decir que el día que me entere de su partida a través de un correo de Internet, derrame amargas lagrimas sobre el teclado de mi computadora….
Mario M. Gorosterrazú