Si admitimos la existencia de los O.V.N.I.s como un hecho real, el primer interrogante que se plantea es el que se refiere a su procedencia cósmica y a la tecnología que hace posible unos desplazamientos a través de distancias que se miden en años luz. Y lo que resulta aún más importante: la realidad de las naves extraterrestres nos obliga a aceptar que no estamos solos en las inmensidades del  Universo. Para la ciencia los O.V.N.I.s son imposibles; pero la evidencia parece demostrar lo contrario.

La Astronomía se define

La Astronomía no es mucho más optimista que la Física. Si bien hoy todos los astrónomos están de acuerdo en aceptar la universalidad del fenómeno planetario  – La Astrofísica nos dice que la formación de planetas es un hecho que debe seguir casi obligatoriamente a la formación de un estrella-, y admiten que muchos  de estos planetas, en nuestra Galaxia y en otras, pueden estar habitados – incluso por especies más evolucionadas que el hombre-, lo que ya no admiten es que puedan salvarse las inmensas distancias interestelares. Siendo la velocidad de la luz, como es sabido, de 300.000 km por segundo, y estando la estrella más próxima (Alfa de la constelación del Centrauro) a 4,2 años luz, una hipotética nave que viajase a solo la mitad de la velocidad de la luz, tardaría más de ocho años en llegar al Sistema Solar. Y, por supuesto, ninguna de las naves espaciales y las sondas de la NASA viajan a 150.000 km por segundo; ello quiere decir que, a 11 km por segundo=40.000 km por hora, que es la velocidad de escape terrestre (que luego, en el espacio cósmico, puede incrementarse ligeramente, pero no mucho más) una astronave tardaría siglos en llegar a la estrella que tenemos próxima…y no digamos lo que tardaría en llegar a otras de nuestra vecindad, como Tau Ceti o Epsilon Eridani (estrellas con las que trato de comunicarse por radio el ya extinto proyecto Ozma), situadas entre 10 y 11 años luz

¿Atajos Cósmicos?

En cuanto a la hipotética estrella de los ummitas, Iumma, identificada con la Wolf 424 de los catálogos estelares terrestres, y que está situada a 14,2 años luz, el tiempo del viaje aun seria mayor.

Los autores famosos “informes Ummo”, empero, salvan elegantemente este obstáculo afirmando que sus naves viajan por “atajos cósmicos”, o saltando de un pliegue espaciotemporal a otro…Es posible que así sea, pero la Física y la Astronomía terrestres actuales no admiten tales posibilidades. (Sin que ello quiera decir que no existan).

En los alrededores de nuestro sistema solar, y según cálculos de Isaac Asimov, la distancia media entre las estrellas es de unos 9 años luz. En el núcleo  de la galaxia, sin embargo, las estrellas están mucho más próximas –y además son más antiguas que el Sol-, pues muchas veces se hallan separadas tan solo por distancias de meses e incluso de semanas luz. Y esto, según palabras del propio Asimov, facilitaría enormemente el vuelo intersideral. Por otra parte, la comunicación e intercambio entre culturas distintas actuaría como un “catalizador del progreso”.

Las imposibles maniobras
El O.V.N.I o mejor los informes sobre O.V.N.I.s, son historias increíbles contadas por personas creíbles, como dice Hynek, y la naturaleza increíble de estos informes está en las características que resultan propias a estas manifestaciones. ¿Cómo explicar las aceleraciones bruscas, las detenciones por prolongados espacios de tiempo, los cambios de dirección en ángulo recto y hasta en 180 grados?.

El error de Julio Verne
Se ha tachado a Julio Verne, el gran escritor francés del siglo pasado, de genial precursor e incluso clarividente, al prever logros y realizaciones científicas que luego habían de alcanzarse. Sin Embargo, en su popular novela De la Tierra a la Luna, comete un error garrafal: los tres tripulantes de la bala de cañón lanzada por el “Gun Club” de Baltimore desde las cercanías del actual Cabo Cañaveral, hubieran muerto hechos papillas decenas de segundo después de producirse el disparo del gigantesco cañón. Todo cuerpo, como es sabido y nos dice la Física, tiende a conservar la posición y la velocidad que posee en un momento dado. Los efectos de tan brutal aceleración instantánea, repito, hubieran materialmente aplastado a los tres osados aventureros  juliovernescos.

Si el OVNI posee un sistema de gravedad propio –y esto es pura especulación – sus hipotéticos tripulantes no podrían resistir las tremendas aceleraciones ni los virajes bruscos que se han observados tantas veces. La Física –nuestra Física, preciso puntualizarlo- contesta, pues negativamente a la posibilidad de que los OVNIs sean naves tripuladas

El punto de vista de la Biología
En nuestra época ha nacido una disciplina fascinante: La exobiología, o Biología Extraterrestre. Sin embargo, de momento no pasa de ser un ejercicio intelectual, pues las evidencias que se poseen en un sentido o en otro son escasísimas, por no decir inexistentes. De todos modos, hay algo que nos hace contemplar con esperanza la posibilidad de que existan paletas habitados, acaso por seres como nosotros: los astrofísicos están hoy totalmente de acuerdo en admitir como muy probable que la creación de planetas acompañe obligatoriamente a la creación o  nacimiento de una estrella.

Durante mucho tiempo imperó entre la ciencia occidental la creencia de que el fenómeno representado por nuestro sol con su cortejo de planetas (hoy nueve conocidos, pero acaso sean más), era rarísimo en el Universo, por deberse a la colisión con el Sol, en tiempos remotísimos (hace unos diez mil millones de años) de un cuerpo celeste errante. Esta colisión proyecto al espacio un chorro de materia ígnea solar, que luego se condenó a nivel del plano ecuatorial del Sol –plano de la eclíptica- dando origen a los protoplanetas.

EL O.V.N.I. no explicable por la ciencia

Podríamos  aportar varias razones por las que estos fenómenos no son explicables por nuestra ciencia, tales como:

  1. La luminosidad es uniforme, y parece encerrada, de contornos perfectamente definidos, que no dejan que la luz se disperse.
  2. La diversidad de efectos producidos por los mismos.

Llegados a este punto también tendríamos que preguntarnos:¿Cómo explicaría nuestra ciencia la presencia de objetos de formas circulares?
Ningún país ha prodigado esta forma en sus aparatos convencionales de transporte aéreo. Si estas formas fueran racionalmente útiles, ¿no habría el hombre hecho  uso de ellas?
La  imposibilidad astronómica en nuestro espacio más inmediato, la dificultad física de los viajes espaciales, la contraposición a fundamentos básicos de nuestra Física y la incapacidad biológica, hacen de los O.V.N.I.s  un hecho imposible. Sin embargo, como tal “no identificado” hemos visto que tiene carta de naturaleza y por tanto debemos admitir un hecho, que miles de personas de toda clase y condición, aseguran haber visto . ¿Estamos ante una realidad o ante un mito?

Fuente:
Documento extraido dela biblioteca del CIO
Para pensar

LUMALOES