A 50 años de haber llegado a la luna, es un buen momento para reflexionar.
Un lindo tema para hacer nexo con el anterior, publicado en referencia a las profecías. Y es que el pintor conocido en Argentina como ‘el Profeta de nuestros tiempos’ anunció la llegada a la luna.
Lo acompañó un amigo invisible toda su vida. Ya de adolescente en un entorno bohemio, un buen día entró en trance en diferentes momentos, hecho que no lo abandonaría hasta su partida de este planeta en 1974.
En esos momentos de trance y sobre unas hojas de papel tropezó con unos dibujos y textos a los que no les encontró razón de ser. Papeles que en sus inicios tuvieron fin en el cesto de basura. Estos dibujos han sido llamados Psicografías, una palabra que, según Wikipedia, se define co»una supuesta habilidad psíquica de una persona que escribe letras sin estar consciente. La persona afirma que las palabras fueron escritas por el subconsciente, por un espíritu o por fuerzas sobrenaturales». En este caso eran dibujos y textos con sentido».
En el transcurso de su vida el ‘Pelón’, como lo llamaban sus amigos más cercanos, fue dando cuenta que lo que encontraba luego de su instante de trance eran acontecimientos que estaban sucediendo.
En este capítulo quiero referirme a los dedicados al espacio. Porque la verdad sea contada, su psicografía transita la “profecía” y en ella rondan los acontecimientos de la vida del ser humano hasta nuestros días, aunque algunas quedan aun por cumplirse.
Aquí, fragmentos del libro Dibujos Profeticos B.S. Parravicini (Autor. Sigurd Von Wurmb) del que hablamos:
Hombres voladores en la era de 60 a 70 (1938)
Dos seres astronáuticos llegaran a Rusia. Dos seres astronáuticos llegarán a Norteamérica. (1938)
Llegarán seres espaciales al mundo, se los verá y se dirá: son los que llegaron a poblar en el ayer el mundo. (1938)
“El hombre volará a los espacios siderales, vencerá el sonido, conocerá los astros y sabrá que el mundo es inferior planeta y de castigo”.
Astronavegos terráqueos harán puente entre nuestro planeta y la Luna, Marte o Venus que seria el más fácil. Mas no será en definición por carecer de la fuerza voltaica desconocida aun y que bordeo Volta (1967)
Los obeliscos de la Luna hablarán un día y destrozarán la voz del hombre (1972)
La Luna dirá de seres que allí fueron y son. ¡Dirá de su luz azul! (1972)
En 1966, la sonda lunar Orbiter fotografió en la superficie lunar unos curiosos obeliscos, que según afirmaron científicos soviéticos, parecen estar dispuestos en forma inteligente. El tema fue ampliamente tratado por el investigador Juan Norberto Comte en su libro Antología de lo fantástico.
El documento Mirlo Rojo que ofrecemos a ustedes, amplia este tema. Es un trabajo fantástico de J.J. Benítez, quien lo expone de forma didáctica y documentada.
Compartiendo un poco de tan maravilloso hombre que dejó un gran legado a la humanidad, quiero desplazarme a centurias atrás si se quiere. Un gran escritor de ciencia ficción hace su aporte para estos tiempos en los que cabe hacer una lectura más amplia en toda su perspectiva para comprender la realidad que nos ocupa; en esta oportunidad: la luna y el viaje que hicimos hace 50 años, un momento trascendental por aquellos días.
Hablamos de Jules Gabriel Verne, más conocido como Julio Verne, de quien pueden encontrar mucha letra en la red. Nuestra recomendación es ir mas allá de lo que hasta ahora los medios educativos nos han contado pues ¿cómo es posible que un hombre a finales del siglo XIX haya escrito de este viaje con tanta precisión?
https://lab.elmundo.es/hombre-en-la-luna/julio-verne.html
Y Verne no fue el primero. Luciano de Samosata, escritor del siglo II d. C, fue el primero en imaginarse a los humanos viajando a la Luna. En sus Relatos Verídicos cuenta cómo él y sus compañeros de viaje son llevados a la Luna por vientos huracanados y se ven inmersos en una guerra entre el rey de la Luna y el rey del Sol, que luchan por el mando de la Estrella de la Mañana; obviamente, un comentario sarcástico sobre las disputas políticas en la Tierra, donde las monarquías se enfrentaban entonces por la posesión de nuevos territorios.
En tiempos de confusión es sencillo discutir sin saber. Pero una vez comenzamos la aventura del querer conocer nos encontramos con la suficiente documentación real capaz de darnos las herramientas y los datos suficientes que han generado las piezas perdidas de este gran rompecabezas.
El desarrollo tecnológico al que estamos expuestos nos indica que hemos de mirar con más precisión (sin interpretación) cual avanzada está nuestra tecnología, nuestra ciencia. Así como al final de la era del Bronce, nuestras comunidades bien establecidas pasaban a una nueva era, ahora estamos haciendo un salto importante hacia una nueva era: la de la inteligencia artificial y nos preguntamos hasta dónde el ser humano está siendo consiente de semejante salto. Y eso nos hace realizar una pausa y revisar nuestra historia. Historia que se está dejando leer y no precisamente por nuestras opiniones, más por el trabajo de varios profesionales en las áreas de antropología, ciencia y geopolítica alejadas del paradigma y acercándonos a los datos más exactos. Se trata de abandonar las opiniones y los rasgos de un hombre que cree saberlo todo asumiendo la ignorancia.
Somos testigos sordos de un tiempo que será leído en el futuro.