Cuando hablamos de ovnis ¿de qué estamos hablando?
Hablar de este tema en estos tiempos provoca hacer una pausa exacta en la conversación, justamente para conversar. ¿De qué estamos hablando?. Todo un cambalache dice Enrique Santos Discepolo, en lo que manifiesta un hecho atemporal de nuestra sociedad. Y es complicado, tan complicado hoy hablar de ovnis.
Hubo un tiempo, en el que hablar de ovnis estaba claro, ya que no se establecía tanta confusión, aun cuando ya se había manifestado desde el mismo momento que apareció la sigla U.F.O. en inglés, ovni en español. Sí. Es una sigla en la que se destinó y se decretó que todo lo que desconocemos en los objetos que vemos o en las luces, son Objetos Voladores No Identificados. Cuando en el proyecto destinado a investigar todos y cada uno de los registros vivenciados, en su momento por personas de la sociedad en todas las franjas sociales, que participaban en todos los órganos institucionales, se establecen tecnologías no de este planeta, era evidente no eran terrestres. Y de una manera arbitraria se enmarcan en esta sigla hoy para algunos una palabra que determina naves extraterrestres, cuando justamente se determinó para negar ese uno por ciento de los casos investigados manifestados, inclusive, entre los pilotos, militares y la gente del común como entre los integrantes de los gobiernos.
En este tiempo en donde la confusión está a la orden del día y cuando la mentira es la reina de nuestra acción social. El estado de confort se establece en naturalizar las etiquetas y formas presentadas desde algunos lugares de la prensa internacional. Los depredadores actúan como si fuera natural hacerlo en el marco humano. Y nos hacemos cómplices aceptando que hemos de aceptar todo por el todo, continuando con una amnesia de nuestra propia identidad como seres humanos.
Miles de años enajenando nuestro ser, en el marco de la propaganda y publicidad.
Cómo hablar de este tema de los ovnis cuando hemos naturalizado la etiqueta, sin desmenuzar el verdadero contenido y su origen.