¿Ha de ser la intención de ver otros horizontes?

Es más bien hacer una invitación a quienes se aferran a ser cómplices de este mundo sistémico en leer otras formas del tema.

Conocer la historia por el cual se determina al 24 de junio como el día del ovni, a nosotros nos lleva a pensar. Los diarios de la época narran lo vivido por el señor Kenneth Arnold, que dice haber visto nueve objetos luminosos. De ninguna manera se refirió a objetos voladores no identificados y mucho menos a platillos volantes. El piloto de la Fuerza Aérea sobrevolando el monte Rainer persiguió objetos que no obedecían a nuestra tecnología, lo que obliga a pensar que a él le sorprendió su experiencia que tranquilamente hace a una tecnología fuera de nuestro planeta.

Debe ser que uno contracorriente invita a revisar desde la simplicidad que el tema ovni no se estudia y menos con los códigos de este sistema caduco y patético que pretende que leamos de nuestra vida misma, con una historia propia tan desconocida como su origen mismo.

¿Cómo conducir nuestra mente en tanta oscuridad fabricada por nosotros mismos?

No son importantes las opiniones. De cualquier manera, insisto, que no me sugiere demasiada importancia mover un discurso de copia y pega en el marco del “día del ovni, “el día del ovnilogo”, como si a un tratado se refiere. Al cabo de más de setenta años de páginas escritas desde la investigación más rigurosa con más de miles de miles de casos, hechos reales expuestos por personas que han hipotecado su vida en esta tarea. Temas que rodean los aspectos filosóficos de vida, es más que suficiente para abandonar el fenómeno.

Fabricamos cada día doctorados abandonando a los verdaderos referentes que escaparon al circo como a la exposición patética de los medios de comunicación que lograron que el tema se tratara como un tema más, desde la ignorancia provocando simplemente la opinión de la gente.

Desde nuestra tarea, con la recepción de contenidos venidos de investigadores reconocidos, en nuestra sala del centro de Informes OVNI en el marco de los congresos de ámbito internacional no podemos evitar expresarnos ante tanta pequeñez a la hora de repasar el tratamiento del tema que bien fue expreso en las décadas de los 70,80,90. Este repaso es más que suficiente que el tema de los ovnis nos pone en una escena realmente comprometida como individuos, habitantes de este bello planeta.

Discutir si existen o no los extraterrestres ya no es un tema de debate. Los contenidos alcanzan y las pruebas en la lectura detenida y respetuosa de los referentes a los que me refiero sin nombres porque realmente son bastantes y no son todos los que hoy dicen ser investigadores, contactados y/o divulgadores.

En la década de los 90 programas de televisión como el que compartimos en esta oportunidad, da cuenta el tratamiento que se le daba al tema por aquellos años.

Pleno siglo XXI entiendo que el debate y los discursos han de ir por otros lares del pensamiento. Allí donde podamos revisar con detenimiento hechos, que rodean los aspectos que acompañan al ser humano capaz de aceptar que no sabe dónde está parado, quién es y por qué habita este planeta, abandonando su egocentrismo admitiendo que lo sabe todo.

Es parte del momento que estamos viviendo, cuando lo que tú sabes otros no lo saben y lo que saben otros usted no lo sabe. En tiempos de informática y digitalización en el mundo de los ciegos, el tuerto es rey, también aplica. No es como lo dicen, es como es. Y lo que es, es.

Aun vemos disfraces y no nos damos cuenta. La realidad extraterrestre también sigue esa dirección disfrazando en la gravedad, que muchos podemos ser cómplices de semejante circo

¿Día del ovni? ¿Día del ovnilogo? ¿En tiempos donde cruzamos a la era de la digitalización? Cuando el mundo va a pasos ligeros, podemos avanzar en el hacernos cargo que muy poco hemos aprendido. Ingresar al verdadero saber implica disciplina, lectura como la verdadera humildad que va más allá de la palabra.

◦ Lo que nos cuenta el señor Kenneth Arnold en el año 47 es suficiente para no calificar un día como el día del ovni. El vio objetos con formas y velocidades que no eran de este planeta. Fue claro. Suficiente para pensar: ¿Y qué hacemos nosotros ante semejante situación?

http://www.ciouritorco.org/2018/02/01/kenneth-arnold-2/