Los últimos 15 años, tanto China como América Latina han tenido un crecimiento en términos de su desarrollo económico y social, esto se refleja en indicadores de crecimiento, comercio, pobreza, educación, entre otros.
Vale la pena recordar que en 2014 el PIB de China en términos del poder de paridad de compra, superó al EE.UU, y que el gigante asiático viene consolidándose como un líder mundial. Este año, el país asiatico ha contado con condiciones favorables para seguir fortaleciendo su liderazgo gracias al efecto acumulado de las políticas de Trump, entre las que podemos nombrar la salida de USA del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) o su retiro del Acuerdo de París sobre cambio climático, hechos que le brindan oportunidades a China de empoderarse de estos escenarios, que por cierto, es el tercer inversionista mundial con $183 mil millones de dólares de inversión extranjera según UNCTAD.
Sin embargo, “A pesar de que los niveles de crecimiento económico de China y América Latina desde el año 2000 se han situado en 9.7% y 2.8%, respectivamente, a partir del año 2010 se han mostrado señales de desaceleración para las dos economías, con tasas de crecimiento por debajo del promedio de estos últimos años”, según Sonia Durán, canciller de la Universidad del Rosario.
A pesar de que los niveles de crecimiento económico de China y América Latina desde el año 2000 se han situado en 9.7% y 2.8%, respectivamente, a partir del año 2010 se han mostrado señales de desaceleración para las dos economías
Pese a la ralentización de la economía global, las relaciones entre los países latinoamericanos y China siguen profundizándose. Según el World Econonomic Forum (2017): “actualmente, China es el primer socio comercial de Argentina, Brasil, Chile, Perú y Uruguay, y el segundo de México. El comercio bilateral entre China y Latinoamérica se ha multiplicado por 26 veces del año 2000 al 2016 y ha invertido más de $110 mmdd en la región desde 2003, la mayoría en los últimos cinco años. El 65% de las inversiones chinas desde 2001 fueron destinadas al sector de las materias primas, en el que también se creó la mitad del empleo por inversión china”.
En este contexto, la pregunta que debemos estar haciéndonos en Colombia y América Latina es: ¿Cómo podemos aprovechar esta coyuntura? Las respuestas van desde aprovechar las inversiones del gigante asiático orientándolas a fortalecer industrias locales, hasta fortalecer el sector agrícola y a las instituciones que apoyan el comercio exterior en cada país, entre otros.
Para discutir este y otros temas asociados, la próxima semana se realizará el primer foro del Consorcio Fudan – América Latina (FLAUC) del 7 al 9 de noviembre en el Auditorio Jockey de la Universidad del Rosario y que contará con la participación de: el ministro de hacienda, Mauricio Cárdenas, Li Nianping, Embajador de la República Popular China en Colombia y expertos de la Universidad de Fudan (una de las más importantes en China) y de las universidades del Consorcio de Latinoamérica. Para más información del evento revise el siguiente link AQUÍ.
Por Alvaro Narváez