Los tiempos han cambiado y hoy estamos en una época en la cual, ser emprendedor se ha convertido en algo tan cool, como quizás lo es, el ser cantante o un deportista famoso, algo que definitivamente está aportando a que muchas personas se decidan por el emprendimiento y se generen más oportunidades en la economía.
Literatura, películas como The Social Network, donde se habla de la vida de Mark Zuckerberg y del nacimiento de una red social como Facebook, o películas que hablan de las vidas de empresarios reconocidos como Steve Jobs, fundador de Apple o Ray Kroc, Fundador de McDonalds o reality shows de emprendimiento que han inspirado y empoderado a muchos, a que también pueden lograr la próxima gran empresa que facture millones de dólares.
En Colombia y en Latinoamérica, el fenómeno no ha pasado desapercibido, desde la creación de fondos estatales para el apoyo a los emprendedores, hasta el surgimiento de toda una industria alrededor del emprendimiento, que comprende: espacios de coworking, aceleradoras de proyectos, maratones de emprendimiento los fines de semana o hackatones, hasta conferencias donde llevan a expertos a hablar sobre emprendimiento (un ejercicio interesante, sería medir el impacto que están generando todas estas acciones en el ecosistema, pero ese no será el objetivo de este artículo).
Quiero escribirle a todo ese grupo de personas que están emprendiendo o que están esperando hacerlo en los próximos meses y hacerles un llamado a la esencial a lo básico, por la supervivencia de sus emprendimientos y proyectos y por ese analizare determinados perfiles de emprendedores o personas que quieren serlo, más que criticar, mi motivo es invitar a la reflexión y que se regrese a lo esencial.
¿Educación para emprendedores o distracción para emprendedores?
Empecemos por la educación, muchos hoy están pagando millones para formarse como emprendedores en una universidad: MBA’s, masters y demás, siendo formados en la mayoría de los casos por personas que nunca han emprendido un negocio o que por el contrario quieren traslapar sus éxitos del pasado como gerentes o altos ejecutivos, al presente, como si existiera una fórmula mágica para el éxito empresarial.
Al final, muchos empiezan sus carreras con grandes deudas y cuando terminan uno de esos programas, se dan cuenta que aún no están en la posición para crear un negocio y que mejor se van por la línea de ser gerentes o altos ejecutivos de empresas.
Justifican el tiempo y la inversión en estos programas, mencionando que les sirvió para ampliar sus círculos sociales. Si ese era el propósito al hacer uno de estos programas, ¿por qué mejor no gastarlo en alternativas más costo-eficientes como: asistencia a eventos de relacionamiento, membresías a clubs sociales, o frecuentar sitios donde asistan personas influyentes que les ayuden a ampliar su base de contactos? ¿no será mejor orientar ese capital a empezar lo más pronto con su proyecto e interactuar con el mercado?.
Los adictos a buscar inversión
Pasemos a otro segmento de emprendedores, que orientan la mayoría de sus esfuerzos, tiempo y dinero a aplicar a una y otra convocatoria para ganarse inversión, no sé en qué momento, muchos confunden que el éxito de un emprendimiento económico esta en conseguir un inversionista y no en vender un producto o servicio y resolverle problemas a sus consumidores o usuarios. Si eres uno de esos emprendedores, te sugiero leer con detenimiento la siguiente frase:
Sino estas dispuesto a ahorrar y ser el primer inversionista de tus proyectos, ¿por qué otros tendrían que invertir en ellos?.
El rockstar y la diva
Continuamos con los emprendedores que en vez de estar enfocados en su negocio, prefieren más la fama y los aplausos, aspiran a ser divas y rockstars dando conferencias, que la gente les pida una foto, codeándose en eventos de networking y demás, o los emprendedores que en la misma línea, en vez de estar trabajando en sus proyectos, asisten a cuanto evento de emprendimiento se haga para tomarse fotos con los primeros. Eso nos muestra que se ha sobrevalorado el relacionamiento y el networking por encima de la ejecución.
Los enfocados en las apariencias
Ahora hablemos de esos emprendedores que no arrancan su proyecto hasta que no sean acelerados por la empresa más reconocida de la ciudad en acelerar proyectos, o por aquellos que prefieren gastar su reducido capital en alquilar un lugar en el espacio de coworking que está de moda o pasársela en el café de la ciudad en donde se reúnen los emprendedores o empresarios “más cool”, se paga más de 5 dólares por un café y al final se tiene el mismo resultado: mucho networking pero cero ejecución en sus proyectos.
Finalicemos con esos que no empiezan su proyecto, hasta que tengan un mentor, acosan intensamente a cuanto empresario exitoso, desconocen que sus inseguridades y falta de conocimiento propio no se los va resolver otra persona.
Reestructurando la narrativa
Reestructuremos la narrativa del emprendimiento, empezando por lo esencial: los valores y principios como la paciencia, la pasión y amor por lo que haces, el trabajo duro y la constancia serán cruciales en tu proceso.
El ahorrar y reinvertir en el negocio, no gastarse más de lo que se gana, aprender y desaprender constantemente (no exclusivamente con la educación formal), abordar los problemas con estrategia y no desenfocarse en lo que puede traer la riqueza (viajes, fiestas, etc) sino más bien en la supervivencia, crecimiento y consolidación de nuestros negocios.
Por Alvaro Narváez, Director de Apremdelo