Así lo mencionaría Borges, no exactamente refiriéndose a Colombia, sino más bien al nacionalismo. El nacionalismo, un invento del mundo moderno que ha llevado a establecer fronteras, guerras por territorios, a llamar a uno paisano y al otro extranjero.⠀
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Un nacionalismo en el que los colombianos no supimos hacer bien la tarea, no por malos alumnos sino por fallas geográficas que nos llevaron a ser un país de regiones, en donde cada una desarrolló una identidad por separado y donde siempre ha sido difícil pensar en una unidad cultural, geográfica y de identidad, que nos ha llevado a desfigurar nuestro sentido de pertenencia con nuestro país, y como no, a ver sus realidades sombrías de corrupción, violencia, narcotráfico y demás males. ⠀
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Recuerdo como en el 2017, mientras atravesaba una difícil crisis, la única oportunidad que veía a la vista era probar suerte en otro país. Aburrido, y tal vez triste, estaba empezando arreglar las cosas y a programar mi fecha de partida para el siguiente mes. ⠀
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Sin embargo, esa voz que llamó Dios me logró detener y me hizo pensar: nací en donde nací por algo, y que acá podría lograr «el sueño colombiano», un sueño no solo de prosperidad como otros sueños nacionalistas de los países del norte, sino un sueño de RIQUEZA y felicidad, y como no, estamos en el segundo país más biodiverso del mundo y a la vez, el país que bate récords en los rankings consolidándose como el país más feliz del mundo. ⠀
Imagen propia
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Por acto de fe decidí quedarme y emprender en Colombia, y el tiempo me ha demostrado que no me equivoqué en mi decisión. No decidí nacer en Colombia, pero elegí quedarme en ella. ⠀
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Por eso, ser colombiano para mí es un acto de fe, un acto de fe creyendo que en algún momento este país lo vamos a mejorar (lo vamos, porque no cambiará por si solo y de la noche a la mañana) ⠀.
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Un país por el que vale la pena trabajar… ⠀
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Ser colombiano es un acto de fe. Feliz día de la Independencia, Colombia.
Por Alvaro Narvaez