Durante la pandemia del nuevo coronavirus (covid-19) la economía global se ha visto seriamente afectada, pero más allá de todas las afectaciones durante este periodo, que no terminaría de enumerar, también ha habido una oportunidad de cambio, adaptación y transformación para las empresas, con el comercio electrónico como protagonista.
Con la nueva normalidad y el distanciamiento social necesario, los consumidores encontraron en las compras online la mejor manera de satisfacer sus necesidades al tiempo que se cuidan de un posible contagio, cuyas probabilidades aumentan a mayor interacción social. Esto ha favorecido significativamente al eCommerce, una industria que ya venía ganando terreno y que, entre otras cosas, facilita esas entregas puerta a puerta que la situación requiere.
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Casi que en todo el mundo los negocios físicos se vieron obligados a cerrar, lo que trajo consigo un reto enorme a la hora de encontrar una manera de sobrevivir a la inminente crisis. Muchas empresas lograron adaptarse a tiempo y establecer modelos digitales para continuar operando, mientras que aquellos que no tenían dicha posibilidad o simplemente no supieron adaptarse, difícilmente han sobrevivido a lo largo del año.
Por supuesto, la situación no es igual para todos, pero lo cierto del caso es que el comercio electrónico se convirtió en una pieza clave para mover la economía durante la pandemia, asimismo está jugando un papel de gran importancia en la reactivación económica.
Amazon, la compañía de eCommerce más grande del mundo, triplicó sus ingresos netos en el tercer trimestre de 2020 en comparación con el mismo periodo el año pasado, además, debido a la alta demanda, la compañía ha contratado en lo que va corrido del año a más de 400,000 nuevos empleados.
El impacto del comercio electrónico en América Latina ya venía experimentando un buen crecimiento, de acuerdo con Talos Digital, compañía especializada en soluciones de eCommerce con sedes en Colombia, Estados Unidos y Canadá. La región experimentó un crecimiento constante del 21,3 % en las ventas al cierre de 2019, año en el que esta compañía creció un 43 % en capital humano y hoy, en plena pandemia, goza de una de las tasas de retención de empleados más altas de la industria; lo que demuestra que estamos ante uno de los sectores más sólidos en esta nueva década.
Según un informe de ACI Worldwide, las ventas a través del comercio electrónico se dispararon en un 81 % interanual en mayo de 2020, todo con una tendencia casi calcada a nivel global, donde la demanda se centró en artículos para el hogar, artículos deportivos, juegos, entre otras necesidades básicas en el confinamiento.
Se espera que esta tendencia se mantenga durante el fin de año a falta de fechas como el Black Friday y Navidad, pues la pandemia aún continúa siendo una amenaza. Según un informe de Statista, se prevé que la industria del eCommerce alcance ingresos por USD $ 2.415.019 millones al finalizar el 2020, y las proyecciones apuntan a un crecimiento anual del 7,4 % hasta 2025, lo que resultará en un volumen de mercado proyectado de USD $ 3.453.334 millones para 2025.
A pesar de este gran impulso, hay quienes aún miran con lupa la explosión de esta industria. Aunque su futuro se mantiene prometedor, algunos expertos aseguran que en un mundo normal las ventas físicas continuarán siendo el principal canal para los consumidores durante algunas décadas más.