La demanda de talento para carreras tecnológicas continúa en aumento cada año. La transformación digital de las empresas, que vio una aceleración significativa durante la pandemia, ha hecho que los perfiles relacionados con la programación y otras áreas se encuentren entre las profesiones más demandadas por las compañías.
Es evidente que en la región de América Latina las tasas de desempleo sean realmente preocupantes, pero en contraste con esto, continúa latente la necesidad de contar con suficiente talento tech para cubrir todas las vacantes disponibles en el mercado.
Ante este panorama, la pregunta que surge es ¿cómo traer más oportunidades a quienes más lo necesitan?, ¿qué hacer para que la región cuente con más talento tech? Aunque si bien es difícil encontrar una solución de raíz, está claro que las empresas tienen problemas para encontrar talento tecnológico, y, dado que el número de personas que deciden formarse en competencias tecnológicas todavía es mínimo, es necesario que sean las mismas compañías las que tomen la iniciativa de impulsar el aprendizaje de las carreras más demandadas del momento, fomentando este tipo de educación en las comunidades.
Una fórmula que está dando resultados prometedores es la opción de llevar a poblaciones desatendidas un mayor acceso a la formación en carreras tecnológicas demandadas y que los mismos estudiantes inicien su carrera dentro de la empresa que decidió aportar en la formación. Esto, además de garantizar que las empresas cuenten con más talento tech, representa nuevas oportunidades laborales al creer y apostar por quienes apenas comienzan.
En Colombia tenemos como ejemplo programas como Becas Tecnologías, iniciativa de la Alcaldía de Medellín para promover el acceso de los jóvenes a programas tecnológicos, garantizando una educación inclusiva, equitativa y de calidad, así como otros proyectos de formación en carreras tecnológicas liderados por MINTIC, lo que ha generado un impacto positivo que suma esfuerzos a la meta de alcanzar mejores niveles de desarrollo social y sostenible.
A nivel de América Latina, vemos cómo el sector privado también ha comenzado a apostar por la formación de los sectores con menos oportunidades de la región. Tal es el caso de Cargamos, la plataforma logística de última milla que este año lanzó un programa llamado Educa, en colaboración con Silabuz y el Movimiento de los Focolares. El programa Cargamos Educa es un bootcamp que busca capacitar a jóvenes y adultos en el desarrollo de aplicaciones y soluciones digitales, impulsando una nueva generación de profesionales en una de las carreras tecnológicas más demandadas en la actualidad, al tiempo que brinda oportunidades a jóvenes de países México y Guatemala, otorgando una beca completa a un estudiante que se encuentre cursando los últimos años de bachillerato por cada adulto que ingrese al bootcamp.
Jóvenes inician su carrera en programación. Imagen: Cortesía Cargamos
A través del programa, han podido acceder estudiantes de comunidades vulnerables, como Alicia, una joven guatemalteca de origen Maya que se encuentra estudiando programación para poder ayudar a su comunidad a través de la tecnología. Comenzó a estudiar programación en 2021 con la intención de ayudar a visibilizar y comercializar las artesanías que se fabrican en su comunidad desarrollando una tienda online. Esto es un claro ejemplo del enorme impacto que se puede generar a través de iniciativas de formación.
Sin duda alguna, el camino a seguir es continuar con la unión del sector público con privados e instituciones. Una ruta efectiva que garantiza, a través de la inversión en el desarrollo de nuevos talentos, acceder a personal capacitado con la preparación técnica necesaria y amplias posibilidades de continuar aprendiendo a toda velocidad y tener éxito en las empresas que los integran.