¿Es el mejor momento para aventurarse en el metaverso? Muchos piensan que sí; de hecho, el mismo Meta (antes Facebook), en 2021, mostró un gran interés según su presentación de resultados del tercer trimestre de 2021. En este, relacionó una inversión en investigación y desarrollo de 28.500 millones de dólares; y al igual que Facebook, compañías como Nvidia, Microsoft y demás se han unido a esta odisea.

Fuente: 20Bits

Y aunque para estas grandes compañías tecnológicas, con todo el músculo financiero para arriesgarse en la odisea del metaverso, es rentable; no quiere decir que para otros jugadores lo sea, tales como: el pequeño inversor, el ciudadano de a pie u otros segmentos de la población; que ven cómo a diario las noticias nos hablan de artistas Non Fungible Tokens (NFT) que venden por millones una imagen digital o sobre plataformas que venden terrenos virtuales a precios envidiables, hasta por el más glamoroso apartamento en Rosales, Bogotá.

La fiebre por el metaverso, aunque luce como un aliciente para adentrarse en este mundo, nos lleva a recordar escenarios como la fiebre de los punto com, iniciado en 1995 y que en el 2000 terminó con el estallido de una burbuja, que posteriormente vino con creación de infraestructura más robusta para los negocios digitales, pero que también en su momento trajo frustración y quiebra para algunos inversores y emprendedores.

Ahora, si bien arrancamos mencionando el interés por parte del gigante Meta en el metaverso, hablemos de las pérdidas en su aventura. Reality Labs, la unidad de investigación y desarrollo de Meta, se ha convertido en una fuga de dinero para Meta.

Esta división es la responsable de los auriculares Quest VR, el software VR, las próximas gafas AR y otras iniciativas relacionadas con el metaverso de Mark Zuckerberg. En 2021 esta división registró pérdidas de 10.200 millones de dólares en 2021, más del doble de las pérdidas registradas en 2020: 4.620 millones de dólares. En 2019 fueron de 4.500 millones de dólares.

Dejemos a Meta a un lado y hablemos de las miles de estafas por NFTs; desde criptoartistas comprando sus obras para “validar” su arte y con ello inflar los precios de venta, hasta la desaparición de Blockverse, un juego NFT basado en Minecraft que generó mucho interés, pero sus creadores desaparecieron con el dinero de los usuarios.

Por otro lado, OpenSea, el mercado más popular para NFT, a inicios de 2022 restringió la cantidad de veces que los usuarios podían generar NFT de forma gratuita en su plataforma porque más del 80% de los que se crearon con la herramienta «eran obras plagiadas, colecciones falsas y spam».

Por ello y llegados hasta acá, quiero invitar al lector que ha estado bombardeado por noticias a favor del metaverso y los NFT, a tener una posición crítica y pueda tomar la mejor decisión en cuanto a aventurarse o no a la odisea que implica este mercado emergente del metaverso.

Y usted, ¿ya invirtió en el Metaverso?