En la columna anterior hablaba de la importancia y de la necesidad de tener zonas verdes en las ciudades, por su papel como agentes reguladores de la temperatura y como filtros del aire contaminado, entre otros beneficios. Ante el déficit de espacio público en las ciudades colombianas, es importante conservar las pocas áreas verdes urbanas que hay y promover el establecimiento de nuevas.

Mucho se ha hablado del futuro de la reserva Van der Hammen en Bogotá, pero ese no es el único caso. En Pereira, por ejemplo, actualmente se discute el uso que se le dará a los predios del Batallón San Mateo.

El caso es el siguiente, desde 1948 este Batallón ocupa un terreno de 86 hectáreas en el centro urbano de Pereira, rodeado por la Avenida 30 de Agosto y la Avenida de las Américas, y muy cerca al aeropuerto Matecaña.

Debido al rápido crecimiento de Pereira, el batallón San Mateo terminó en el centro urbano de la ciudad.

El plan es trasladar la guarnición militar al vecino municipio de La Virginia, a un predio de 410 hectáreas que fue objeto de extinción de dominio. Este terreno venía siendo administrado por la Agencia Nacional de Tierras y ya fue entregado al ministerio de Defensa a principios de febrero.

Aunque la Alcaldía de Pereira ha mostrado interés sobre los usos que se le podrían dar a este terreno, no hay que olvidar que su propietario es el ministerio de Defensa, el cual busca que la construcción del nuevo batallón sea financiada con la venta de parte del lote actual. “Nos dieron la solución de hacer un desarrollo urbanístico en parte del terreno y con ese desarrollo se hace el nuevo batallón”, anunció el alcalde Juan Pablo Gallo. Sin embargo, el uso del suelo es institucional y lo define el municipio.

La discusión se centra en cuánto es esa parte que se destinaría para el sector inmobiliario y qué tanto quedaría como espacio público y zona verde para la ciudad.

Muchas discusiones se han generado en torno al futuro de este terreno, algunos sectores políticos, académicos y organizaciones ciudadanas proponen que sea convertido en un gran parque público, mientras que otros, privados especialmente, pretenden que en gran parte de él se construyan torres de apartamentos.

Quienes ven en el terreno una oportunidad inmobiliaria quieren que se destine un 70% para construir unidades residenciales, y que tan sólo 30% se deje para espacio público. Hay que añadir que esta zona está altamente valorizada en un sector que es de estratos cuatro y cinco. La directora de la Agencia Nacional Inmobiliaria, Claudia Luque, presentó este mes un anteproyecto para construir 8.147 viviendas en el lote del San Mateo para cerca de 30 mil personas.

Los que claman por un pulmón verde, representados por organizaciones ciudadanas, no se oponen a que haya un desarrollo inmobiliario en el predio, pero exigen que al menos el 75% del terreno actual del batallón sea destinado a espacio público y que se incluya así en el Plan de Ordenamiento Territorial de la ciudad.

«Nos quieren imponer como inamovible un criterio economicista para construir más de ocho mil viviendas en un parque para Pereira que debería tener como sagrado más que inamovible, el respeto por la vida y el derecho a la ciudad», opina Samuel Guzmán López, profesor de desarrollo territorial y exdecano de la Facultad de Ciencias Ambientales de la Universidad Tecnológica de Pereira.

Pereira cuenta con apenas 3,8 metros cuadrados de espacio público por habitante, cuando la recomendación de la ONU y de la Organización Mundial para la Salud (OMS) es que sea de al menos 15. La ciudad no cuenta con un gran pulmón de uso público, y por el contrario el área urbana se está expandiendo aceleradamente.

Lo cierto es que en este tire y afloje no podrá haber un cien por ciento para un lado ni para el otro, pero si se piensa en lo que necesita la ciudad, debería primar el beneficio general sobre el rendimiento económico particular. Esta es una oportunidad única de tener un amplio espacio arborizado para la ciudad, con todos los potenciales usos que se le puede dar en materia educativa, cultural y recreativa.