La imagen está llena de vida: una mujer joven, vestida de camuflado, emerge de la selva con un bebé en brazos arropado con una cobija rosa que deja en un segundo plano el color verde militar. Como ella, hay más. Estos recién nacidos fueron engendrados en medio de unas negociaciones que seguramente les hicieron considerar a sus madres, padres y comandantes guerrilleros la posibilidad de la vida por encima de la muerte. Varios periodistas cuentan que lo más seguro es que estos pequeños sean el resultado de decisiones conscientes de mujeres ilusionadas.

Hoy, en rueda de prensa, informa eltiempo.com, Sergio Jaramillo, Alto Comisionado para La Paz, anunció que se alista la salida de 13 menores de edad más de las filas de las Farc. Sí, es una gran noticia, pero esperamos que este grupo armado por fin cumpla con su promesa de liberarlos a todos, porque estos niños y muchachos que fueron reclutados a la fuerza, obligados a cargar fusiles, a cuidar secuestrados y posiblemente a matar, también son hijos de madres ilusionadas con que la paz les devuelva a sus seres queridos.

No puede ser que como producto de la desmovilización de las Farc solo las mujeres guerrilleras o exguerrilleras, la verdad no sé en qué categoría se encuentran en este momento, se vean felices cargando a sus niños. Es necesario que todas recuperen su condición de madres en libertad.

Hasta el mismo Humberto de la Calle, en un reclamo que puede sonar tardío y falto de carácter, les ha pedido a las Farc que cumplan con su promesa de liberar a los menores de edad que se encuentran en sus filas, sin mentiras, sin cifras amañadas, porque la verdad es que nadie sabe a ciencia cierta cuántos son.

Lo único que espero es que al igual que las fotos históricas que dejaron los desplazamientos de los miembros de las Farc hacia sus lugares de concentración, también queden en mi memoria, como parte de este proceso de paz, las imágenes de mujeres que vestidas de civil abrazan a sus hijos para que el color de sus ropas opaque el verde militar del camuflado que por última vez vistan los hijos que les arrebataron.