Si algo demostró Humberto de la Calle durante sus años como negociador en Cuba fue su capacidad para perseverar, para aguantar y no perder la esperanza, para trabajar duro y luchar hasta el final por la meta que creía justa.

También imaginó un país donde cabemos todos, una nación donde las víctimas y las mujeres tienen mucho que decir y mucho que aportar, una Colombia en la que es posible recuperar la dignidad humana y el valor de la existencia.

Ahora que anunció su decisión de competir por llegar a la Presidencia, serán muchas las críticas que este hombre reciba durante la campaña, serán muchos los ataques que le lleguen desde el uribismo y desde la extrema derecha, también las zancadillas que le pongan en el camino quienes lo vean medio despegar en las encuestas. Lo bueno de este camino pedregoso, empinado, curvo y al lado de un abismo, es que será el escenario propicio para que un político como De la Calle muestre una vez más de qué está hecho, para que su firmeza y su serenidad se luzcan y, sobre todo, para que eleve el nivel del debate político en el país.

Creo que Colombia necesita a seres humanos como De la Calle en la política para mirar los posibles escenarios futuros del país sin los discursos del miedo y del terror, sin trayectorias de clientelismo, sin ambigüedades frente a sus lealtades. Necesitamos a alguien que nos devuelva en el país la posibilidad de recuperar lo esencial: la vida, la palabra como la herramienta vital para aprender a convivir con la diferencia, la aceptación de que somos una de las sociedades con mayor desigualdad en el mundo y un genuino interés por reducirla, y la opción de dormir tranquilos cada noche porque sabemos que el mañana trae esperanza.

Creo que contaremos en la campaña política con un hombre que intentará hacernos pensar en Colombia con una nueva actitud: más serenos, menos bravos, más analíticos y reposados. Ojalá lo escuchemos con atención más allá de los titulares y ojalá él también encuentre formas de comunicación que logren traspasar las barreras de las falsas noticias y de la espuma del momento, para llegarles a los ciudadanos con sus ideas que yo considero profundas y honestas.