Yo tengo un trastorno bipolar, senadora Cabal, y lo escribo sin miedo al rechazo y al juicio porque todas las personas que tenemos una enfermedad mental merecemos un lugar digno en la sociedad y nadie debe usar nuestra condición para descalificar a otro ser humano como usted lo hizo con la alcaldesa de Bogotá al decir que ella es bipolar.
Le explico que yo tengo un trastorno bipolar y no me levanto un día de un genio y al otro día con otro, como usted lo dijo sobre Claudia López en la entrevista con Vicky Dávila en Semana. Tampoco pienso un día de cierta manera y al siguiente de otra. Por tener un trastorno bipolar lo que me sucede es que tengo un desbalance químico en mi cerebro que hace que mis estados de ánimo oscilen, pero no cambian de un día para otro como ustedes, los políticos, cambian de partido o como un día defienden una idea y luego otra. No. Nosotros, quienes tenemos una enfermedad mental, tenemos pensamientos muy sólidos y uno de ellos es que estamos cansados del juicio de la sociedad sobre nosotros, de señalamientos en los que usan nuestra condición para humillar a otros, como ha querido usted hacerlo con la alcaldesa de Bogotá. Eso se llama estigma, senadora Cabal, y alguien que ocupa un cargo como el suyo y a quien le abren micrófonos no debería hacernos más daño del que ya nos hace el juicio social.
Quienes tenemos un trastorno bipolar somos seres humanos y como todos merecemos respeto y dignidad. La enfermedad mental no nos quita valor. Tal vez sí nos lo agrega, porque tenemos que sobrevivir en una sociedad con personas que como usted nos desprecian, porque además de cuidar nuestra salud mental, también tenemos que volvernos fuertes para que comentarios como el suyo no nos hagan daño.
No, señora Cabal, las enfermedades mentales no se usan para insultar y si las va a mencionar, primero aprenda del tema, eso sí, le advierto que para entenderlas se necesita una gran dosis de compasión y de humildad, porque pueden ser dolorosas, muchos padres han perdido a sus hijos por una enfermedad mental, muchas personas luchan por conseguir el tratamiento médico correcto en un sistema que no les favorece. Sí, la ciencia ha avanzado y gracias a ella muchos de nosotros llevamos vidas estables y productivas, somos padres, madres, esposos y esposas y tenemos parejas y familias que quieren hacer vida con nosotros.
Pero esa no es la situación de muchos de los enfermos mentales de este país y su ligereza al hablar de las condiciones mentales es una muestra de su ignorancia y falta de empatía. Haga mejor su trabajo y mire a ver si ustedes los políticos logran arreglar algo en este país para que los enfermos mentales seamos cada vez menos. Por si no lo sabe, nosotros también ejercemos nuestro derecho al voto.