De hecho, el creciente interés por el Gobierno Corporativo se ha debido al hecho de que las crisis económicas de algunos países evidenciaron la estrecha relación entre la gravedad de la crisis y las malas prácticas corporativas que fueron la causa de esas debacles financiero-económicas. Estas crisis mostraron con nitidez y rotundidad la necesidad de que las empresas tengan un sistema transparente de dirección y control del negocio o de la actividad económica que desarrollan.
A mis clientes -y a mis estudiantes de los programas MBA- me gusta compartir algunos principios del buen Gobierno Corporativo, que bien pueden ser una hoja de ruta para el futuro de la organización:
- La organización debe informar con claridad sobre el nivel de cumplimiento de sus compromisos corporativos.
- Los órganos de gobierno deben funcionar respetando los principios de transparencia e información pertinente debida a los grupos de interés.
- La corporación debe impulsar el diálogo y el ejercicio de los derechos de los grupos de interés.
- La organización debe contar con mecanismos de supervisión y control que proteja el propósito común y el interés social.
- La empresa favorecerá la gestión con estándares validados internacionalmente y cuidará la representación de los intereses de todos los socios y accionistas, también de los minoritarios.
- La organización promoverá la diversidad en los directores, no sólo en cuanto a las áreas de conocimiento y experiencia, sino también de culturas, género y generacional.
- La corporación impulsará una toma de decisiones razonada en todos los niveles organizacionales, alimentando una cultura de comunicación interesa profesional, asertiva y socialmente responsable.
- La empresa convocará a los órganos de gobierno encargados de la estrategia y de la administración y control con la frecuencia y antelación necesarias, así como también velará por la remuneración justa, para garantizar el correcto desarrollo de sus funciones.
- La organización favorecerá una cultura del desempeño por resultados y, por tanto, apoyará los procesos recomendados de evaluación de los líderes y colaboradores, incluyendo a los directores de la empresa con el fin de otorgar a todos ellos la oportunidad de mejorar en el desempeño y crecer profesionalmente.
- La corporación contará con una estrategia y con unas políticas de responsabilidad social corporativa, y asignará los recursos necesarios para su ejecución, además de poseer entre sus directores a un experto en ética, compliance y sostenibilidad.
Celebro que este nuevo espíritu empresarial, organizacional e institucional se esté impulsando en América Latina, con avances importantes en la distribución de derechos y responsabilidades de todos los grupos de interés, empezando por los que administran la empresa y los que invierten recursos en la misma, así como también en la transparencia en el proceso de toma de decisiones estratégicas y operativas. No es un camino fácil ni rápido, pero hay motivos para la esperanza cuando hay tanta gente haciendo las cosas bien.
Pablo Álamo PhD
CETYS Universidad
@pabloalamocoach