El origen del Grupo Hermosillo se remonta a 1963 cuando dos jóvenes arquitectos recién graduados decidieron emprender.

Hay emprendimientos que son realmente inspiradores y merece la pena que sean conocidos. Uno de ellos, que quiero compartir con los lectores de El TIEMPO, nos traslada a una región no muy conocida de México, Baja California, al noroeste de ese hermoso país. La unión de dos jóvenes estudiantes universitarios, recién graduados en 1963, acabaría transformándose, 60 años después, en una empresa de talla mundial.

Para los que no lo sepan, bueno es saber que la relación bilateral entre Colombia y México es muy rica y antigua, y data, su origen, de la época de la independencia. En 1821, año en el que los dos países declararon la independencia de la Madre Patria, iniciaron las relaciones diplomáticas y, a través de sus noveles embajadores, comenzaron a pensarse en oportunidades de transacciones comerciales. Ya en el siglo XX, a partir del año 2006, la embajada de México en Colombia ha estado muy activa, con periodos cíclicos de mayor intensidad, en la promoción de negocios entre los dos países, que ha dado sus frutos: Colombia es el segundo socio comercial de México en América Latina y el Caribe y el tercer destino de inversión mexicana en la región.

Esta longeva y exitosa relación no se ha dado por casualidad, sino por una afinidad cultural que facilita el entendimiento y las relaciones comerciales. Esta similitud se refleja también en el espíritu emprendedor, en la manera de hacer negocios, en la idiosincrasia de cada uno de los dos países y en la simpatía que ambas culturas, la colombiana y la mexicana, tienen entre sí. Por este motivo, el caso mexicano protagonizado por el Grupo Hermosillo, a pesar de no tener ningún tipo de relación comercial con Colombia, ofrece a los colombianos y a todos los emprendedores de América Latina una gran lección.

 

El origen de una gran historia

Más allá de las oportunidades de negocio existentes entre los dos países, quiero referirme a una historia que he tenido la fortuna de conocer de cerca. En Mexicali, capital del estado de Baja California, se encuentra una empresa de diseño y construcción especializada en proyectos design/build de clase mundial. Con 60 años de experiencia, Grupo Hermosillo da vida a la visión de los proyectos de los clientes y ofrece a todos los empresarios y emprendedores unos aprendizajes de alto valor.

El arquitecto Víctor Hermosillo, uno de los dos fundadores de la empresa, con más de 1000 proyectos en sus espaldas, cuenta los orígenes de la empresa: “Quería salir de Torreón, quería probarme, a ver si podía hacerla solo con Juan Ramos, que en paz descanse. Ya había vivido en Estados Unidos, me atraía mucho trabajar en la frontera y por eso me asocié con Juan e hicimos el anteproyecto de la Universidad CETYS, de la construcción de su edificio de preparatoria, en Mexicali”.

Según relata Christian Bastidas, todo inició cuando Víctor Hermosillo y Juan Ramos estaban haciendo su tesis para recibirse como arquitectos del TEC de Monterrey y para ello se pusieron a diseñar los planos del primer edificio de la universidad CETYS, en Mexicali, capital de Baja California. En el transcurso de 1962, después de varias conversaciones, decidieron ser socios. Rápidamente, la sociedad Ramos-Hermosillo empezó a dar sus frutos, el primero dedicado a los proyectos y el segundo a la construcción. Las mejores obras de la ciudad caían en sus manos y la arquitectura fue acompañando el desarrollo de Mexicali. El dinamismo que experimentaba México y la frontera (con Estados Unidos) se reflejaba en la construcción: edificios, plantas, centros comerciales, hoteles, universidades y comercios.

 

Siete enseñanzas del Grupo Hermosillo 

Este exitoso emprendimiento mexicano ofrece a los emprendedores latinoamericanos al menos cinco aprendizajes de alto valor. Uno de ellos es que la mejor escuela es la calle, la vida real. “La academia te enseña muchas cosas importantes, pero más cosas te enseña la vida”, afirma Víctor Hermosillo cuando recuerda su desarrollo profesional. El trabajo del día a día, superar los obstáculos que se presentan en la consecución de tus objetivos y compromisos adquiridos con el cliente, es el mejor curso o master.

A veces las empresas no crecen porque no saben incorporar talento diferencial con fuertes valores: es clave empoderar al talento, darles un espacio adecuado, funciones, poder y recursos para hacer crecer el negocio.

Una segunda enseñanza es la importancia de los idiomas y de estar en el momento correcto en el lugar adecuado.  En efecto, los arquitectos Juan Ramos y Víctor Hermosillo pudieron aprovechar el dinamismo fronterizo que impulsó el Tratado de Libre Comercio entre México y Estados Unidos, gracias a que ambos jóvenes hablaban inglés. El idioma no fue una barrera para hacer negocios y poder trabajar con las empresas y empresarios de Estados Unidos, sino que más bien posibilitó y facilitó un rápido posicionamiento.

En tercer lugar, en el éxito del Grupo Hermosillo fue clave contar con grandes talentos y estilos de liderazgo que favorecieron el hacer equipo. La historia de este grupo mexicano no se puede entender sin la presencia de personalidades como la del licenciado Ignacio Guajardo, el Dr. Bernal, los arquitectos Miguel Ávila y Leopoldo De la Maza, Joaquín Gómez, entre otros, que aportaron aspectos muy importantes al negocio, pero sobre todo una vocación de servicio profesional con profundos valores, uno de ellos, la humildad para saber priorizar el bien común, el éxito del negocio, por encima de intereses particulares. Gracias a todos ellos, y a muchos otros colaboradores comprometidos, la empresa creció mucho en poco tiempo. A veces las empresas no crecen porque no saben incorporar talento diferencial con fuertes valores: es clave empoderar al talento, darles un espacio adecuado, funciones, poder y recursos para hacer crecer el negocio.

Un cuarto aprendizaje es la importancia de ser resilientes. Al igual que cualquier otro negocio en México, Grupo Hermosillo sufrió mucho los problemas relacionados con el entorno económico del país, como fueron las devaluaciones y las inflaciones, que golpearon de manera importante la rentabilidad de los proyectos. Pero cuando se es resiliente, todas las dificultades se acaban superando, especialmente cuando cuentas con una sólida reputación, cuando el cliente y los grupos de interés confían en ti. Una característica de la resiliencia es que te lleva a salir reforzado de las situaciones de crisis o problemáticas. Así sucedió también en este caso. En la actualidad, Grupo Hermosillo está presente en sectores estratégicos para México y para el estado de Baja California: automotriz, centros de distribución, industria médica, alimentos y bebidas, manufactura, corporativos mixtos, hospitalidad, condominios, comercial, educación superior y energía renovables. Una realidad que nunca imaginaron aquellos dos jóvenes arquitectos en 1963.

El compromiso con la excelencia es total. La calidad no se discute, la mejora continua forma parte del adn, así como también la búsqueda constante de mejores prácticas corporativas.

El Director Corporativo del Grupo, José de la Maza, destaca fueron la primera constructora en Latinoamérica en contar con SAP como ERP porque en el adn del Grupo está ir siempre a la vanguardia.

Una penúltima enseñanza que nos ofrece este caso la relaciono con la sucesión en el liderazgo y la importancia de que ésta se haga bien y a tiempo. En efecto, don Víctor Hermosillo ha sabido retirarse a tiempo del negocio, con humildad y sencillez reconoció que había otra generación empujando detrás, altamente preparada, a la que había que darle su espacio. La sucesión en las empresas familiares o multifamiliares es un proceso complejo, uno de los más difíciles. En efecto, la sucesión es un momento crítico en la empresa familiar que suele presentar problemas colaterales graves en más del 70% de los casos. Por eso, solo un 40% de empresarios entre los 60 y los 70 años considera en serio un retiro total de la compañía. Grupo Hermosillo forma parte de un selecto club de empresas familiares que ha trabajado a tiempo la preparación de la sucesión, sabiendo superar los dificultades de delegación de la autoridad y del poder, ejecutando con acierto el plan de retiro de los líderes.

Una séptima enseñanza que deja a los emprendedores el Grupo Hermosillo es el compromiso con la excelencia. La calidad no se discute, la mejora continua forma parte de su adn, así como también la búsqueda constante de mejores prácticas corporativas. José de la Maza, actual Director Corporativo del Grupo, resalta el propósito organizacional de querer estar siempre a la vanguardia, por este motivo «fuimos la primera empresa con una computadora en el noroeste de México, los primeros en traer una máquina de regla láser para colar pisos a Baja California, la primera constructora en Latinoamérica en contar con SAP como ERP, la primera constructora mexicana que publica su reporte ESG (Environmental, Social and Governance, por sus siglas en inglés), el cual concentra nuestros valores y compromiso con la construcción de un mundo mejor», explica el ejecutivo mexicano. «Sabemos que el éxito es un compromiso con el talento humano y con la excelencia en la gestión», concluye el Director.

Todo esto nos enseña Grupo Hermosillo. Que estos 60 años sean una ocasión de celebración y sobre todo de inspiración para muchos empresarios y emprendedores colombianos y latinoamericanos.

 

Pablo Álamo

PhD en Economía y Empresa

CETYS Universidad

@pabloalamocoach