Continuando con el tema de la inyección de biopolímeros, muchos pacientes portadores de estas sustancias se preguntan antes de acudir a la revisión médica, ¿Cuál podría ser la solución a su caso?, aún sin experimentar algún tipo de síntoma.

Para resolver estas dudas, desde una primera instancia, el cirujano plástico venezolano Cesar Oliveros ha realizado la guía «Clasificación clínico – terapéutica de pacientes portadoras de biopolímeros», en la que dependiendo del nivel de gravedad de cada caso, plantea el tratamiento correspondiente:

Grado 1: pacientes inyectados con biopolímeros que no presentan síntomas de ningún tipo.

Grado 2: pacientes que presenten sintomatología con dolor y enrojecimiento en la zona inyectada.

Grado 3: pacientes que experimenten salida del biopolímero a través de un orificio en la piel.

Grado 4: pacientes con migración del biopolímero a la región lumbar, piernas, pantorrillas y tobillos, entre otras localizaciones.

Grado 5: pacientes que, después de la primera semana de haber sido inyectados con biopolímeros, presenten dificultad para respirar, fiebre, escalofríos, malestar general, inflamaciones, retención urinaria, entre otros síntomas.

Una vez teniendo claro a qué grupo pertenece cada paciente, este cirujano recomienda la realización de una resonancia magnética y otros exámenes, con el fin de determinar el tratamiento adecuado para cada caso.

Sin embargo, reitero que aunque científicamente aún no existe un consenso médico que establezca cuál es el procedimiento médico más adecuado para tratar problemas relacionados con la inyección de biopolímeros, el Dr. Oliveros hace énfasis en la cirugía de técnica abierta, practicada en varios pacientes afectados, obteniendo resultados satisfactorios, según sus testimonios.

Para conocer más acerca de la «Clasificación clínico – terapéutica de pacientes portadoras de biopolímeros» les recomiendo ampliar información en este enlace.