«Quiero consentirme», «Me merezco un cambio», «Deseo que el año nuevo me coja renovad@» y otras frases como estas son las que uno escucha de algunas personas que deciden aprovechar esta época de vacaciones para regalarse esa cirugía plástica con la que tanto han soñado.

Y como en este mundo hay gente para todo, no faltan aquellos que mientras disfrutan de sus vacaciones y se desconectan de su rutina diaria, también se entregan al bisturí y a la cirugía plástica en cualquier destino exótico del mundo, gracias a los llamativos paquetes de turismo médico que han adquirido por Internet, muchos de ellos increíblemente baratísimos.

Al respecto, una encuesta realizada para Reuters News demuestra que: «Una de cada cinco personas, sin duda, consideraría viajar a otro país para recibir atención médica o dental si el costo fuera significativamente más bajo que en su país».

Es obvio que el factor dinero casi siempre determina una decisión de compra, sin embargo, aquí no se trata de adquirir cualquier cosa a un bajo costo, sino más bien de poner el cuerpo, la vida y la seguridad en manos de otros, por eso es muy importante examinar ese plan de turismo médico que tanto nos llama la atención, haciéndolo de una forma muy cuidadosa, como quien dice «con lupa» y casi de forma obsesiva, con el fin de saber quién, dónde, cómo y en qué condiciones va a cuidar de nuestra vida, salud e integridad, en resúmen, que este viaje resulte ser una buena experiencia y no un trauma para toda la vida.

Así que si usted ya tiene sus maletas listas y quiere regresar renovado, tenga en cuenta las siguientes recomendaciones que le ayudarán a evitar riesgos e ir a la fija al quirófano en otro destino:

Si está inclinado por un plan que le ofrezca: cirugía plástica, turismo de aventura, experiencias extremas o bronceado permanente, mejor olvídelo, ese plan no es el adecuado para usted. Como quien dice, «haga una sola cosa a la vez», revolver la recuperación de un procedimiento quirúrgico con actividades físicas o aquellas que comprometan su salud, podrían ser definitivamente mortales para usted.

Si acaba de operarse, no se embarque de una vez: los vuelos de largas horas de duración, así como los largos viajes en bus o en carro pueden aumentar el riesgo potencial de desarrollar embolia pulmonar, coágulos sanguíneos, inflamación e infección. Así que si tomó la decisión de operarse en otra ciudad o país, piense en que su regreso a casa no será inmediato.

Fíjese bien a dónde va a llegar y dónde va a pasar el tiempo de recuperación: si el lugar en el que va a ser operado no cuenta con todas las condiciones de salubridad, higiene y comodidad, por favor descarte de una vez esa opción. Recuerde que por más sencillo o no invasivo que sea el procedimiento quirúrgico elegido, es importante que este sea llevado a cabo en una clínica certificada que cuente con unidad de cuidados críticos o intensivos.

En cuanto a la recuperación, los hostales, las cabañas e incluso una carpa de camping son espacios inadecuados para pasar el periodo postoperatorio. Usted lo que necesita es confort, limpieza y comodidad. Tenga en cuenta que en el mercado del turismo médico existen hoteles especializados en recuperación de pacientes e incluso muchas clínicas ya cuentan con hoteles propios.

Exija un servicio de seguimiento y monitoreo postoperatorio: después de una cirugía plástica puede presentarse cualquier clase de complicación. Por eso es muy importante contar con acompañamiento profesional, relacionado con servicios de enfermería y asistencia médica para los casos de operaciones que requieren de revisión, algo mucho más complejo que la operación inicial. Así mismo, fíjese que  en dicho destino le van a prestar servicios
postoperatorios como masajes, cambios de vendas, alimentación adecuada y
otros servicios relacionados con el proceso de recuperación.

Descarte al cirujano plástico si sus calificaciones o certificaciones como médico no pueden ser verificables: lo que se busca es que su viaje y su cirugía plástica sean seguros, por eso cerciórese de que su anestesiólogo y cirujano plástico estén certificados, consulte sobre la técnica quirúrgica empleada por el médico y asegúrese de que la clínica en la que será operado cumple todas las reglamentaciones de salud correspondientes.

Solicite referencias de pacientes que hayan sido operados por el cirujano plástico que usted ha elegido: estas opiniones o testimonios le servirán para conocer experiencias de otros pacientes con el cirujano plástico y con la clínica a la que usted planea viajar. 

Si viaja a un país con otro idioma, a veces es importante buscar la asesoría de un guía o intérprete: esto le ayudará a sentirse más familiarizado con el lugar y el contexto en el que se llevará a cabo su operación y usted podrá comunicarse y expresar con facilidad sus inquietudes y necesidades. 

 Después de haber leído todas estas recomendaciones, piense en cuánto vale su seguridad y su salud y si realmente un plan de turismo médico tan barato podría ofrecerle todas esas garantías que le acabo de mencionar, aunque esté algo trillada la frase, no olvide que «Lo barato sale caro».