Someterse una cirugía plástica debe ser una decisión personal en la que deben existir metas razonables, con respecto a los resultados que se esperan de un procedimiento quirúrgico.

Aquellas personas que tienen en cuenta este aspecto tan importante, por lo general, resultan satisfechas y definitivamente cumplen con un requisito importante como candidatos para operarse.

Sin embargo, cuando una persona tiene expectativas poco realistas de una cirugía plástica, su cirujano debe ponerle un alto en el camino y pedirle al paciente que reconsidere la decisión de seguir adelante, bajo los estándares de ética y seguridad de su práctica.

Cuando se presentan este tipo de situaciones «Algunas veces esto indica que es necesario decirle al paciente que una cirugía plástica realmente no es un interés conveniente para él», afirma el Dr. Paul Feldman, fundador del grupo Advanced Aesthetics, PC en Atlanta, Estados Unidos».

Feldman, junto a un grupo de colegas, en un artículo de «Pr Newswire MediaRoom» indica que cuando alguno de sus pacientes expresan alguna de las siguientes cinco razones por las que quieren operarse, definitivamente no son buenos candidatos para un procedimiento estético y necesario que su cirujano plástico les de un «NO» como respuesta:

1. Gracias a un cambio extremo en mi cuerpo conseguiré una vida perfecta

Mientras que la cirugía plástica ayuda en cierta medida a que algunas personas se sientan más seguras y satisfechas con su apariencia física, nunca va a existir un cuerpo perfecto ni mucho menos un procedimiento quirúrgico que sirva para acabar con las dificultades que existan en la vida.

2. Quiero parecerme a alguien famoso

De ninguna manera es realista esperar que un cirujano plástico pueda reproducir al pie de la letra las características físicas de una persona en otra.

Cada quien tiene su propia anatomía y resulta complejo querer generar rasgos nuevos en alguien con cualidades anatómicas distintas.

3. Mi operación hará feliz a otra persona

Aunque para alguien que desea operarse puede ser muy importante recibir el apoyo por parte de su pareja, la cirugía estética se debe hacer principalmente por uno mismo, por voluntad propia y no sólo por agradar a alguien.

4. Me quiero hacer una cirugía plástica para tener la figura que tanto deseo, sin necesidad de hacer dieta ni ejercicio

Pese a que una cirugía plástica como la liposucción puede eliminar el exceso de grasa localizada temporalmente, el ejercicio y una dieta saludable son fundamentales para preservar los resultados.

La actividad física es imprescindible para quemar grasa permanentemente y para tonificar los músculos, y un procedimiento quirúrgico nunca podrá sustituir las ventajas de una alimentación balanceada y del ejercicio.

Incluso, si un paciente que desea someterse a una cirugía plástica sufre de un sobrepeso significativo, aumenta ciertos riesgos en su salud y puede complicarse su recuperación.

5. Quiero una cirugía plástica aún siendo adolescente

Muchos pacientes jóvenes o en edad adolescente tienden a optar a la cirugía plástica porque desean obtener cambios en su apariencia, muchas veces motivados por ciertas modas o por estereotipos impuestos por la publicidad, los medios de comunicación o su círculo social.

Sin embargo, la decisión de someterse a la cirugía estética es algo que debe asumirse con madurez, no debe ser impulsiva y deben tenerse en cuenta sus repercusiones a largo plazo.

Para esto es necesario contar con la orientación de los padres o adultos responsables que sepan cómo explicarles a estos jóvenes acerca de todas las implicaciones del procedimiento estético al que desean someterse.

Para tener en cuenta:

La primera consulta con un cirujano plástico es el momento ideal para que el paciente comparta con este profesional sus motivaciones para querer someterse a una cirugía plástica.

Esto también ofrece la oportunidad de evaluar si un procedimiento puede generar el resultado deseado o no.

«La confianza mutua entre el cirujano y el paciente es fundamental para que los resultados de una cirugía plástica sean exitosos» y «Si un paciente no se atreve a hablar abiertamente con el médico, esto puede indicar que no ha encontrado el cirujano adecuado o que no es el momento propicio para la cirugía.» en palabras del Dr. Feldman.