¿Sabías que una resonancia magnética es la forma precisa de detectar la rotura o los daños de tus implantes mamarios?

Si eres portadora de prótesis mamarias o planeas someterte a la mamoplastia, debes tener en cuenta que el monitoreo de este procedimiento quirúrgico es crucial, mediante la realización de una imagen de resonancia magnética (IRM).

La FDA le recomienda a aquellas mujeres con implantes de silicona, «realizarse chequeos de rutina con IRM, para detectar rupturas silenciosas, tres años después de la cirugía y después, cada dos años».

Con una IRM tu médico podrá determinar, concretamente, cuáles son las condiciones de tus prótesis mamarias, gracias a este análisis radiológico que se encarga de señalar si hay alteraciones, tanto en los implantes, como en el tejido mamario, así como los signos de alguna enfermedad.

Tipos de rotura o daños más comunes en prótesis mamarias

Una rotura intracapsular ocurre cuando el implante se ha roto y toda la silicona se mantiene intacta, es decir, en el interior de la cápsula fibrosa formada por el pecho. La IRM para estos casos puede mostrar una especie de concha flotante al interior del implante.

La rotura extracapusular, por su parte, puede producir un cambio en el contorno del implante porque la silicona ha atravesado la cápsula, formada por el tejido propio de la paciente, que cubre la prótesis mamaria.

Una IRM, para una rotura extracapsular, señala la silicona que se ha regado, y muestra la migración de esta sustancia, que normalmente se da entre la mama y la axila de la paciente.

Una imagen de resonancia magnética también es capaz de establecer si unas prótesis mamarias son de silicona líquida o de solución salina. También puede detectar pliegues radiales o rupturas específicas, es decir, que una IRM muestra el verdadero estado de unos implantes mamarios.

¿Mamografía o IRM?

Si la prótesis se ha colocado detrás del músculo pectoral, habrá menos dificultad en la visualización radiológica del seno con una mamografía, pero si el implante se ha puesto detrás de la glándula mamaria y por delante del músculo pectoral, habrá mayor dificultad en la exploración de la mama durante la mamografía y por eso será necesario realizarse un examen mucho más detallado como lo es una IRM.

En el caso de pacientes que han sufrido cáncer de seno, la IRM puede detectar una posible recurrencia del cáncer de 2 a 5 años antes de la reaparición.

De hecho, una IRM puede establecer claramente la diferencia entre las cicatrices de la mamoplastia y las lesiones cancerosas, cosa que se dificulta en una mamografía.

Ten en cuenta la importancia de los chequeos médicos

El autoexamen y los controles médicos de forma periódica son necesarios, así podrás saber a ciencia cierta cuál es el estado de tus implantes e incluso, descartar la presencia de enfermedades como el cáncer mamario. Prográmate con tu cirujano y lleva un orden de este seguimiento.