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En ocasiones es necesario consultar la solvencia o establecer el riesgo crediticio de un cliente o una empresa, especialmente antes de cerrar un trato que implique un financiamiento de productos o servicios.
Cómo consultar la solvencia de una persona o empresa
Hay varios pasos que se deben seguir a la hora de consultar solvencia de un individuo o una empresa y la primera de ellas es solicitar el estado de las agencias tributarias o, en su defecto, pedir las copias de los últimos recibos de pagos de tributos o impuestos.
El cliente o empresa que solicita una financiación debe proporcionar toda la información necesaria para demostrar su solvencia, pues esto es de vital importancia para obtener el crédito.
Dependiendo de que sea una persona física o jurídica, se le debe solicitar diferente información. Para las empresas es esencial presentar la tarjeta CIF y el justificante de pago del IVA del último trimestre.
Para consultar la solvencia de autónomos se requiere solicitar el alta en su IAE, el recibo de autónomos y el pago del IVA.
Existen registros públicos donde se puede consultar la solvencia o el riesgo crediticio de una persona, empresa o entidad. En estos registros se puede consultar el historial crediticio de forma muy sencilla, y se utilizan de acuerdo al tipo de empresa que desee realizar la consulta. Son cómodos para diversas labores, por ejemplo, para realizar una tasación inmobiliaria.
Una de estas herramientas es el CIR (Central de Información de Riesgos) un servicio público que cuenta con una gran base de datos de todos los préstamos otorgados por las entidades financieras.
También existen bases de datos exclusivas para bancos y financieras que permiten obtener los datos de las operaciones impagas de personas físicas y jurídicas por si se deben contratar seguros de impago, por ejemplo.
En España, existen diversos burós de crédito, como el CIRBE del Banco de España, para entidades bancarias, así como Experian, ASNEF (Asociación Nacional de Entidades de Financiación), el Registro de Aceptaciones Impagadas (RAI) para personas jurídicas, y el FIJ (Fichero de Incidencias Judiciales) para consultar las deudas oficiales.
Todos estos bancos de datos son una referencia obligatoria para evitar moras e impagos. Pero si después de realizar la investigación se descubre que el cliente que demostraba su solvencia para una reforma o una compra es deudor, se pueden utilizar para hacer el reclamo de las facturas impagas.
Consultar la solvencia de un cliente es además una forma de asegurarse de que la información que ha suministrado es verdadera. Si resulta falsa, se podrá proceder por vía penal para recuperar el dinero de la deuda.
