Dos imágenes significativas de la última versión de Rock Al Parque que ni el clima pudo acabar.
El boicot que se anunció durante la semana pasada debido al inconformismo por cartel de Metal, no fue hecho propiamente por los autores del mensaje que circulo, si no por el clima que azota por estos días a todo el país que con su inclemencia hizo que la fecha del sábado se trasladara para el próximo, algo sin precedentes, fue así como la versión número trece del festival termino parcialmente, el día de ayer, con dos días de presentaciones.
Asistí el domingo en las horas de la tarde ya que el sábado cuando me disponía a salir rumbo al parque el aguacero me lo impidió, estuve pendiente de la transmisión por radio y televisión donde me entere sobre la suspensión por obvias razones. Lo cierto es que el segundo día que en realidad fue el primero hizo sol, la lluvia dio tregua por fortuna, y con la reprogramación se dio paso para que las bandas internacionales y algunas nacionales tocarán. Ya en el plano musical me sorprendió Agent Steel que aunque tuve que seguir por radio se notaba su poder en escena, indague por ahí a mi arribo y recibí buenos cometarios, Carajo a quienes había visto en un festival pasado me parecieron un poco menos pesados pero la rompieron con el Cover de Nirvana (Smells Like Teen Spirit), algo poco usual ver que bandas toquen su música, los Argentinos lo hicieron excelente hasta la voz de Kurt se sentía. Mis expectativas se centraban más en ver a Coheed & Cambria y el regreso de Ultrageno, pero no podría desconocer a Catepecu Machu quienes demostraron gran calidad musical y un carisma desbordante, ellos fueron los que calentaron el ambiente para los bandas que cerraban. Fue entonces, que la melena impresionante de Claudio Sánchez abordo el escenario junto a sus compañeros de andanzas y colgándose su guitarra desfundo sus primeros acordes haciendo estremecer con esos riffs el parque, la calidad musical de los Newyorkinos fue argumentada al crear atmosferas variadas con sus armonías, y que decir del Cover de Iron Maiden una fenomenal ejecución, preludio de su visita. Su vocalista hizo movimientos a lo Hendrix tocando con la boca su guitarra, estaba bastante emocionado y atrás se percibía que la gente lo estaba disfrutando, pero de un momento a otro Claudio se retiro del escenario, llegue a imaginar que era parte del espectáculo, por que el resto de integrantes siguieron tocando, la segunda guitarra se fajo un solo y luego el baterista, entonces entro de nuevo Claudio pero se devolvió, tiro la guitarra y se fue de la tarima definitivamente, la banda no entendía, terminaron de tocar y se fueron también, ¿qué paso?, al parecer la guitarra no sonaba lo cual “le voló la piedra” a su líder, todos quedamos iniciados, sea cual fuera el motivo la sensación fue de incertidumbre.
“Todavía no tengo todo lo que busco eso hace que luchar sea un gusto. Está claro que nada es seguro, ya probé el suelo y se que está muy duro, no quiero tener nada que no alcance a coger quiero merecer dominar mi poder……..conociendo el parentesco entre amor y dolor. Juega la juega, juégala juega la juega, juégala”. De esta manera La banda que a mediados de los 90, con un estilo propio enriqueció musicalmente el rock en Colombia, abrió su presentación, la canción ´La juega´ sacudió el Simon Bolivar, el reencuentro de Ultrageno esperado por todos los seguidores desde hace varios años se hizo realidad , Amos con su pelo teñido por algunas canas, volvió con su discurso como antesala a sus canciones, la fuerza de su voz llegaba hasta la parte más recóndita del parque, fue como transportarse a las viejas presentaciones del grupo, parecía que no hubiese pasado el tiempo. La Raza Furia respondió con tal fuerza que el piso temblaba con cada canción, todos entendíamos los mensajes que entrelíneas se dijeron, identidad que caracterizo a la agrupación, ese de no quedarnos callados ante nada.
“Divino niño, ven cuídame. Ya no me queda más que hacer. Divino niño, protégeme. Que encomendarme a tu parecer. Hoy no quiero hablar tengo ganas de gritar. Y a la gente despertar o besar…… Hoy el día no es hoy me robaron el violín. De él me tengo que despedir sin más….” Pues si el último tema fue la despedida que Amos no esperaba, una persona de la organización le hizo saber que tenían que tocar la última a lo cual respondió “no jodás” pero que asumió. El violín volvió a sonar, el cuarteto se sincronizo y Ultrageno nos recordó que el rock se puede hacer con argumentos de una manera sencilla pero contundente, muchos esperamos que regresen y se unan en la construcción de una identidad ausente, pero entendemos que hay muchos factores que les impiden volver a la escena.
El día Lunes se habilito la tarima del Lago y se cumplió con el calendario esperado, Chucho Merchan por fin tuvo su “desquite” al tocar en el país después de varios hechos que ya conocemos, lo hizo muy bien . Aterciopelados cerro entre comillas el festival, que este año estuvo lleno de controversias, de agua, de granizo, pero que trajo como enseñanza un público que tolero las diferentes tendencias con la prueba de fuego del domingo donde por motivos de fuerza mayor se mezclaron varios géneros. No falto uno que otro sector que intento dañar las cosas pero en términos generales nuevamente los roqueros se comportaron bien y demostraron cultura. La organización salio adelante en medio de las adversidades y merecen un reconocimiento. En cuanto a los artistas hubo bandas colombianas que sorprendieron con su calidad en escena, otras que en realidad pasaron desapercibidas.
Finalmente no podríamos decir que fue uno de los mejores Rock al parque, esta vez no todo se alineo para ser perfecto, factores como el clima cambiaron el viraje y el modesto cartel de este año que aposto por lo criollo mostro aciertos, pero hace falta inyectar más nivel concretamente en el plano internacional para que el roce con estas agrupaciones generé inquietudes y aumente el nivel local, es una buena medición.
Los invito entonces a que opinen sobre la impresión que les dejo el Festival.
Permanezcan Rockosos