La noche del 1 de Abril del 2009, será una fecha muy recordada entre los casi tres mil asistentes al concierto de Opeth, si al rock se le diera la importancia que merece, fácilmente habrían sido dos presentaciones o hasta tres contando con otra ciudad, todas con lleno total como sucedió el miércoles pasado, es más, muchos de nosotros repetiríamos sin dudarlo.
Varios lectores dejaron consignados en posts anteriores opiniones argumentando que Opeth representaba a Pink Floyd pero en versión moderna, no quise comentar nada al respecto, aun sabiendo de la genialidad de su música. No lo hice porque quería tener un punto de vista más cercano y ese era verlos en vivo. Parado sobre el suelo del teatro recibiendo las primeras ondas, todo mi cuerpo se inundo de emociones, alrededor la energía cálida se percibía y la conexión del rockero creó un sentimiento de felicidad que hedía por todo el lugar. La atención era imperturbable a pesar de navegar en canciones de hasta once minutos, no existía abandono, no había salida alguna, una vez comenzaban a emerger las notas sonoras de los cerebros hacía el movimiento de las manos de Mikael Akerfeltd y sus cómplices, eran tan fieles como sus discos, o registros visuales. Dibujada la figura de la O sobre un telón colgado al fondo del escenario, ella no solo representa la insignia de la banda, también O de Omnipotentes, es la mejor forma de describir su arte, se podría llegar a pensar que en medio de tan absurda genialidad musical, el ego no cabría ni el mil Bogotás, como suele suceder en estos casos, pero Mikael con el lenguaje de la broma, ese que nos saca de la realidad tangible en la que vivimos y que produce risa, nos conto historias de lo bellas que son las mujeres en nuestro país de no saber en dónde poner la mirada ante tanta hermosura, también tuvo tiempo para jugar un rato con nosotros ping pong, utilizando palabrotas (#$**%$**), refiriéndolas hacia sus compañeros de formula, carisma ausente en casi todos los escenarios de la vida.
Que gigantes son ! ! ! ! !
Y lo mejor la gente…….
La piel de gallina y las lagrimas poco usuales hicieron su aparición, la comunión de sensaciones afloro tanto como el sonido perfecto, es la segunda vez que siento vibraciones en su punto, exactas, ni un decibel arriba ni uno abajo, sin el popular pito en el oído después de un concierto. Densidad y claridad combinadas virtuosamente, para una música dotada de riffs y punteos exactos, ausente de instrumentos de navegación solo experiencias sobre mares complejos, que ofrecen la tonada precisa en el momento justo en el que la ola rompe. Dibujada en los rostros esa alegría perdida en medio de tanta tragedia visceral, la atención culmino cuando la canción tatatan tatatan tatan tatan tatatatan, es decir Deliverance, cerro el concierto. Aún absortos y con las luces prendidas muchos se negaban a salir, a pesar de ver a los rodies, recoger los instrumentos.
Si, respetando a los Floyd y lo que significa su música, Opeth son los Floyd del rock actual, han evolucionado la formula sobre las bases del blues el rock y hasta el jazz, incluido en sonidos más pesados pero no menos claros. Una manera de llevar más lejos la historia de un arte que perdura en la conciencia de sus seguidores, que refresca y revalida el momento actual del rock, huella que se repisa en el corazón de algunos y sello que nace en otros. La boca que pronuncie Opeth no podrá hacerlo por un momento será tan eterna la conversación como sus canciones, como sus conciertos, como el vivido hace un par de días sencillamente inolvidable.
¡ ¡ ¡ Conciertazo quiero repeteir ! ! ! !
Este es un sencillo homenaje para quienes estuvimos en el evento, también un registro para quienes no pudieron asistir pero quieren saber que se vivió, igualmente para los organizadores que cumplieron con lo prometido, para las personas encargadas del Teatro Metropol quienes dejaron un recinto ideal para este tipo de eventos, ¡que sonido!, pero sobre todo una mención a la gente que sigue demostrando el buen comportamiento y la cultura en este tipo de conciertos, como debe ser.
Por último, mañana en Bbar se realizará la eliminatoria con las tres bandas locales que participan por un cupo para abrir el concierto de Mötorhead será después de las 6 PM, estaré allí, entonces si quieren nos vemos en el bar y de paso nos reunimos finalmente, lectores y no lectores, todos están invitados.
Permanezcan Rockosos