«Buenas noches…. We are Mötorhead and We Play Rock And Roll» con esta frase muy popular antes de comenzar sus conciertos, el viejo Lemmy abrió el nuestro, en medio de la locura colectiva de 4200 asistentes según cifras oficiales, quienes vieron a este «zorro» pasear sus dedos campantemente, en su bajo que más bien parecía un alto.

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Alto, en verdad, ese fue el tono durante todo el concierto, furibundo, tanto que hubo momentos que la banda decidió bajarle unas cuantas líneas. En un comienzo el sonido no fue bueno luego de un par de canciones mejoro, sin embargo se confirma que el Coliseo es un lugar poco apto para este tipo de eventos. El caso, es que una vez roto el «silencio» las lagunas sonoras fueron acribilladas por tres jinetes, cada uno a bordo de su instrumento exprimió el poderío en búsqueda de la cumbre, sin pretender limpiar por un instante la «suciedad» de sus notas, ni los timbres roncos de Kilmister a veces extraviados por la escasa acústica del lugar. Y como hacerlo si Mötorhead, está hecho del más puro rock de ingredientes genuinos, sin especulación alguna, bajo la base de Phil Campbell guitarras punteadas perfectamente y con frescura (trajo un set de variado de ellas). Además con la energía elevada a la máxima potencia en los tambores, su nombre Mikkey Dee, una maquinita de contacto, con baquetas al aire en serie, golpes de fuerza y brillo, vibraciones rastreadas por el movimiento cegador de sus manos.

 

Dos muestras ´Motorianas´ incalculables

 

 

 

Que voltaje!!!!!!!!!!!!!!!!!!

 

 

Sacudidos, así estuvimos durante hora y media, nuestras cabezas de motor al tope, oscilaron en niveles fulminantes, con nuestros oídos al borde de la extinción, pero felices de alimentarse de una leyenda. Era claro, no podíamos desfallecer por respeto a ella, quien sobre el escenario emanaba la fragancia jovial del rock, con 35 cabalgatas de historia musical y casi 65 de vida, no teníamos el derecho de hacerlo. Menos cuando los tonos bajaron, produciendo al rojo vivo como la luz en ese momento, Whorehouse Blues, guitarra acústica y armónica presentes. Trenzados en un pogo consecuente al éxito más reconocido de la banda, Ace Of Spades, un grupo de personas dejo sus restos, el tema ponía fin al trió más atronador del Rock And Roll, que en medio de la venia popular de despedida, y mientras abandonaba el escenario, ya había dejado el bajo gigantesco del señor Lemmy apoyado en un amplificador con un interminable sonido, como el infinito bit que nos llevamos en los oídos al salir para nuestras casas.

 

 

 

Abril no puede terminar mejor…..

 

                     

 

La próxima semana se dará cierre a un mes bien rockero, la banda encargada Arch Enemy, encabezada por los hermanos Ammont y por la poderosa voz de Angela Gossow. Por Colombia estarán Anger Shield y Descrate, la agrupación Neurosis Inc, cancelo su presencia en el evento, si quieren saber todo acerca de este concierto pueden ingresar a la web oficial. Recomiendo este show por la calidad del grupo y además porque se garantiza un buen sonido, recordemos que se va a realizar en el Teatro Metropol, el mismo lugar donde se presento Opeth y el cual quedo bien adecuado. Obviamente dedicaré un post especial sobre la banda con más datos y novedades.

 

Permanezcan Rockosos