El recuerdo es fresco, apenas hace tres años se vivía en el cuero heavy metal de Halford, una pasión atragantada en el pecho por décadas.

 

 

No existen palabras para expresar la emoción y la satisfacción que tuve ( creo que no sólo yo, creo que casi todos los asistentes al concierto de este lunes en el C.C. Bima) al ver a estos dioses del metal, verdaderos exponentes de la sinceridad, de la perseverancia, de la constancia y del real metal ese que anestesia nuestros sentidos a la señal impartida por una guitarra como la de Tipton ó a la interminable y épica voz de Halford. No hay más que decir: fuimos afortunados, presenciamos a una de las más gigantes bandas del rock y del metal que al mejor estilo del ave Fenix, supo reconstruirse a partir de sus cenizas y hoy en día brinda cátedra no sólo en nuestro continente, también en los circuitos más puristas y exigentes del metal a nivel global.» Así quedo registrado por aquel entonces, la opinión de Mgris, lector del blog. Sensación común en muchos de los asistentes luego de ver cara a cara a Judas Priest. Aquella tarde de lunes festivo, con Rock al Parque de por medio, lluvia preliminar y varios kilómetros de distancia, fue la mejor para muchos seguidores de la banda inglesa, que bajo las circunstancias anteriormente mencionadas, nunca se rindieron y me atrevería a decir que mil más, tampoco hubiesen impedido cumplir el sueño. Mezclados en el entorno de Nostradamus, el lerdo ‘metal god’ sincronizó sus sentidos, pero sobre todo, arraso con su voz, no se necesitaba mucha velocidad para pilotear, cuando el sustento lo ponía esa parte vocal impecable, amañada en las suculentas guitarras de sus amigos. Incertidumbre causo el lugar, pero al final lo más relevante, el sonido, estuvo a la altura, pese a algunos problemas logísticos.

Ha pasado bastante tiempo desde entonces, los ingleses lejos de parar se han mantenido brillando con luz propia luego de resucitar con su última profecía musical, que a propósito pronto tendrá sucesor. Mucho menos han perdido la forma, recientemente celebraron los 30 años de British Steel con un gran tour, cuyo registros quedaron inmortalizados en un DVD, siendo cuatro de los 8 temas parte del set list actual. Ahora la maratónica gira, denominada Epitaph que por lo declarado últimamente, no va ser del todo despedida, inició en Holanda el 7 de junio y termino el paso por Europa el 11 de agosto en Hungría; 38 conciertos en tres meses casi sin parar. Brasil abrió la puerta sudamericana con 4 fechas, ayer el turno para Chile y mañana Bogotá.

Complicado precisar cuántos de aquellos seguidores revivirán el pasaje este viernes, record que en circunstancias como las nuestras sería valioso ostentar. Si bien el set list actual (21 temas) dista bastante del presentado en 2008 (17), de los cuales incluirán nuevamente 7, no deja de ser una manera de vivir otro capítulo, para quien repite, plus dentro de las variantes del sello Priest. Y para el «novato» que se pone la chaqueta por vez primera, una sensación inmersa en expectativas, despejadas solo hasta que incline la cabeza y sea bendecido por el Dios del metal, eso sí con una desventaja, el lugar del bautizo.

 

   Nov/4/2008 – archivo del blog… Halford a capela con nosotros


 

 

 

 La serpiente acompañante

 

David Coverdale ha sido el amo y señor de Whitesnake luego de su paso por los Deep Purple, punto de de inflexión para explotar la herramienta más útil que tenía desde que escuchó a Ray Charles cantar «Yesterday», influencia para desarrollar su vocación. El paso por los Purple lo llevo a grabar tres discos, el más exitoso Burn. Dicho roce luego de su salida le sirvió para encaminarse a formar su propia agrupación, después de lanzar dos discos en solitario. A partir de allí, la historia de esta serpiente se construyo en una época donde el punk mandaba la parada. Cuando las guitarras del corte Still of the Night, del disco homónimo (1987), rompen y después el rugido aparece, de plano quien seguía antes a la banda, es sacudido ante el nuevo rostro. John Sykes pone los riffs en evolución hacia el costado más pesado, mezclando el poder vocal y llegando al punto de quebrar el molde antes expuesto. Justamente después de explotar con esta producción aparece de nuevo el fantasma de inestabilidad dentro del grupo, que lo acompañaría hasta nuestros días. No en vano pasaron artistas de la talla de Steve Vai, Cozy Powell y Rudy Sarzo, fácilmente se puede hacer un listado. Sin embargo Coverdale mantuvo su obstinación por no cortar la cabeza y a pesar de perder partes del cuerpo en batalla, con baches incluidos, trajo hasta el puerto actual, a Whitesnake. Muchos géneros encierra esta banda y sus construcciones se basan en canciones bien rockeras pero siempre con la inclusión de baladas que posteriormente se convierten en éxitos e himnos. Forevermore (2011), es un disco que ellos mismos definen como la eternidad y el amor que dura para siempre, contenido Rock, Blus y Soul. No se equivocan, la madurez pero especialmente el hecho mantenerse estables, compacta al grupo, sonando robustamente, sensaciones captadas en las buenas guitarras de este trabajo.

Coverdale cumple hoy 60 años, arraigado en los bellos aromas del rock se encuentra sin duda entre las voces relevantes y clásicas del estilo, entre aquellos genios evocadores con el poder de la palabra. Si bien su personalidad un tanto conflictiva encauso a vacios profundos, no se debe desconocer las texturas proyectadas de este réptil, quien muta de piel para tronar contundentemente, fortaleciendo en 4 décadas de aventuras.

 

 

 

 

 

Mañana entonces se verá al reptil y al Dios del metal en un solo escenario, si quieren la última información sobre el evento pueden ingresar a este sitio

La jornada de conciertos de estas últimas semanas ha sido maratónica, por ende ha sido complicado reseñarlos todos, sin embargo en el canal  se pueden enterar de lo sucedido en Blind Guardian y Coheed and Cambria, igualmente imágenes en facebook.

 

Permanezcan Rockosos