Primera cuota extrema del año a cargo de una banda fría en apariencia pero abrasadora en escena – Ingrand, la banda colombiana está de vuelta.
El paisaje pintado cada día en los bosques, la ciudad o en la montañas de Noruega, no es más que el espejo del alma sombría de todos los que expresan arte en el país nórdico. Músicos a lo largo de la historia han exteriorizado a través de las melodías creencias tan respetables como las ortodoxas, hilando delgado han construido una obra profunda, conceptos argumentados en un proceder consecuente con sus ideas, equivocadas o no, pero finalmente propias. Until The Ligth Takes Us es el documental más preciso y certero, sobre lo que representa el Black Metal, para dicho país, controversial pero finalmente respetado como cultura. Allí los propios fundadores y protagonistas del estilo, desglosan desde el fondo, un movimiento que transcendió más allá de la música, a planos de acción que sin rubor declaran repudio al máximo, frente al cristianismo, llegando a borrar literalmente todo rastro genético postrado en aquella tierra gélida. Gylve Fenris Nagell fundador de Darkthrone, banda pionera del movimiento, junto a otro Vark Vikernes de Burzum, son los encargados de relatar esta historia desde su punto de vista, autoridades con máximo derecho. Material necesario para entender los inicios del género.
Si digerir el rock para nuestro país ha sido complejo, hacer entender un subgénero como Black Metal es casi imposible, sin embargo a los amantes del estilo poco les importa y me atrevo a decir que a los creadores de melodías menos. Por aquí han pasado agrupaciones como Gorgoroth, Immortal y recientemente en un gran show, Satyricon, entonces para el nicho local la excepción no podría ser la tercera visita de Dimmu Borgir. Pertenecientes a la segunda generación, la historia de estos señores se remonta a tres etapas cruciales de una carrera cercana a cumplir 20 años; la primera es Stormblast (1995), disco que los puso en órbita a pesar de estar compuesto netamente en noruego. Luego In Sorte Diaboli (2007) número 1 en su tierra natal, ventas cercanas a las 10 mil copias en Norteamérica, y puesto 43 en el top de los 200 albumes de la Billboard, hecho que los llevó como cabezas de cartel en 2007, a los principales festivales del mundo como Rock Am Ring y Wacken. Y el tercero, el despliegue expuesto en el registro tal vez más compacto y representativo de la banda, Abrahadabra (2010), montaje en 11 meses que incluyo más de 100 músicos, entre ellos el reconocido compositor Gaute Storass.
Dueños de esa esencia sinfónica, Abrahadabra viró y representó según ellos otra dirección, evitando repetirse. Sonaría descabellado decir que, David Bowie, Iron Maiden y Led Zeppelin, tienen algo en común con los Dimmu, pero solo hay que desatar el último disco del trío para encontrar la cohesión, liricas abordadas entorno Aleister Crowley, ocultista, mago y escritor, ahora explicitas por los noruegos, que de paso y creo sin intención, dejan sin piso los radicalismos en el rock, bastante frecuentes por aquí. Aunque la producción tomo bastante tiempo en salir al mercado, no fue la edición en estudio el factor, pues el trabajo orquestal fue óptimo, orgánico, no por nada la Kork (Norwegian Radio Orchestra) acudió a su experiencia y profesionalismo para acoplar adecuadamente cada sección, empalmando a punto con los tonos pesados y épicos. Evolución es una palabra que al parecer está siempre presente en la mente de «Shagrath» y «Silenoz» cabezas visibles de esta bestia del metal, y su novena placa no es la excepción, allí dejan claro ese poder orquestal que con el paso de los años ha ganado robustez.
Dimmu Borgir pertenece a la «vieja guardia» del Black Metal, uno de los pocos que llevo al género a otro estado sin rayar en lo absurdo, preservan el legado pero trascienden, rotulo de un disco consecuente con su contenido y concepción, pues mientras tocan, a la vez construyen armónicamente obras imperecederas. Jugo novedoso de aquellas melodías oscuras que ahora hijos recién paridos como Ulver o Kvelertak emulan y dirigen al siguiente nivel.
Toda la información oficial del show en este lugar.
«Es verdad que en algunos países hay muchos fans histéricos que realmente sienten pasión por la banda. A veces llega a ser peligroso. Especialmente en Sudamérica, por cómo se desarrollan las cosas allí. La gente siempre está muy cerca, rodea tu coche…Llegan a parar el tráfico incluso. Es increíble…Pasa como cuando estuvimos en Colombia. Había trescientos policías y gente del ejército para controlarlo todo, sólo porque estábamos tocando allí aquella noche. Fue estremecedor. Nosotros teníamos que saltar casi directamente desde el coche al escenario, desde el escenario otra vez al coche y de allí al hotel.» Declaraciones de Silenoz al portal, español metalcircus.
El blog viene siguiendo desde hace largo rato a la banda colombiana Ingrand, y estamos preparando una publicación especial que en su momento será anunciada, por lo pronto queremos enlazar el primer video oficial, de tres, realizados recientemente por la agrupación y que justo anoche estrenaron. El gigante está de vuelta…