El blog abre este año una nueva sección llamada viernes de Película, cuyas líneas estarán dedicadas a cintas que de una u otra manera tocan historias relacionadas con el rock y sus protagonistas. Estrenos, pero también desempolvaremos de la biblioteca visual joyas que por aquí jamás llegaron, y que gracias a algunas personas interesadas o al ciberespacio, se pueden apreciar. Bienvenidos.
Detrás de una leyenda viviente como los Rolling Stones existen innumerables pasajes, anécdotas, o cuentos por narrar, además de los mitos, y aunque parte de ello salga a relucir en algún momento, hay cosas que suelen ser tan valiosas que ni el inmisericorde tiempo logra condenar al olvido. Justamente esto sucedió con la película Charlie Is My Darling, ni la conciencia roída de la industria, ni los problemas legales, ni el robo de la cinta original, alcanzaron para que esta pieza preciosa por su esencia, pudiese ver la luz en los ojos de los amantes de la música y el cine.
En gran porcentaje la captura y exhibición de la película se le debe al que fuera manager y productor de los Stones entre 1963 y 1967; el Sr. Andrew Loog Oldham, quien no muy convencido de exponer al grupo en el mundo del cine, finalmente lo hizo a manera de prueba, y registró imágenes de dos shows realizados en Irlanda en 1965, entrevistas, extractos en los aeropuertos, tras bambalinas, en escenario, y hasta componiendo canciones, todo, cuando apenas la banda despuntaba como fenómeno musical. Aunque en Londres ya tenían la placa de famosos, fuera de su tierra los ecos comenzaban a impactar.
Cinco décadas después es decir para la celebración de los 50 años de carrera de los Rolling Stones, finalmente el eslabón perdido de la filmografía ‘Stoniana’ fue visto por el mundo entero y a pesar de ser exhibida en un festival alemán en 1966, copia llevada por el director de la película, solamente hasta finales del 2012 y comienzos del 2013 se le dio la merecida exposición. “…Por suerte teníamos una copia en video, que fue todo lo que quedó. Obviamente, el director Peter Whitehead, tenía una copia de la película, de la que se vendieron copias piratas en Japón y otros sitios durante años”. -Extracto de la entrevista realizada a Andrew Loog Oldham, consignada en el libro Rockestra (2013), escrito por Andrés Durán y Jacobo Celnik.-
Trailer
Aunque Oldham lo hizo como una prueba para ver el comportamiento fuera de escena de sus ‘majestades satánicas’, todo conllevó ante los múltiples tropiezos en aquella época, a que la magia del registro visual con el paso del tiempo se hiciera cada vez más grande, añeja, otorgándole un halo de misterio. Desde que la cámara de mano se echa rodar, la perspectiva le dice al espectador que quien graba no es más que otro seguidor, otro amante de la banda que veía como allí iniciaba algo grande, pero aún incierto. Planos, que solos, narran la historia detrás de unos delgados jóvenes ingleses, con un mar de arte por explotar. Si se tuviera que definir en una palabra tamaño documento, seria: pureza.
Juegos en el camerino previos a los conciertos, ademanes, la formas de aparecer sobre el escenario, la huida y el caos de los fans en los shows, la manera como expresaban sus ideas a los medios, e incluso la intimidad al momento de componer las canciones; son dibujados en la cinta, visos de lo que serían a futuro como personas y músicos, Jagger, Richards, Watts, Jones y Wyman. Rostros inocentes amarrados en camaradería genuina, preocupados en ofrecer un espectáculo de primera, haciendo de los sencillo algo colosal. Como anécdota, cada uno deja en claro la profesión, si no se hubieran dedicado a la música.
Todo aquel que haya escuchado mencionar a los Rolling Stones alguna vez, tiene cierta visión de lo que representan, sin embargo, quien desee saber cómo eran previamente al guiño de la fama, es vital que observen este película de 64 minutos, que al igual que su álbum debut de versiones tributo a sus héroes, donde lo lógica moderna hubiera sido lanzarlo por estos tiempos, cuenta una historia atemporal y justamente el encanto radica, en haber llegado recién a la retina de un planeta que los ha visto en todas sus facetas, cantando que tal vez el único lazo que no debe perderse a pesar de las circunstancias y adversidades, es la amistad y esto desde hace más de 50 años, los Stones lo tienen claro.
De esta manera abrían los conciertos
Quedan invitados entonces a ver este grandioso documento, y por supuesto, si pueden adquirirla mucho mejor. Como sabemos que en la salas de cine nacional no llegará, la red es tal vez la única alternativa, seguro allí la encontrarán, además, si quieren saber más acerca de la historia alrededor de la película, el libro Rockestra desde el año pasado a la venta, es otra buena opción. Aquí su Twitter
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