El rock sueco  presente siempre en nuestro país dejó una vez más la bandera en alto y anclada en el corazón del público colombiano, quienes ratificaron su total apoyo  y excelente comportamiento, sumado al buen trabajo de la organización del evento. Reseña de Hypocrisy en Bogotá. Bienvenidos.

 

Entrar en el mundo pesado del rock, más específicamente en los sonidos extremos del genero, no es fácil, menos si se pertenece al trópico donde los estilos musicales predominantes son los bailables y donde hay pocos espacios que irradien un genero como el metal. No obstante, quienes lo han hecho han quedado prendados y parece ser que para los seguidores de Hypocrisy, la fidelidad  es refrendada cada vez que la agrupación pisa suelo colombiano. Así quedó por lo menos en la retina de los asistentes que colmaron el teatro Las Vegas Nevada, el pasado miércoles 30 de abril.

Poco después de que las puertas se abrieran para el público y con un ingreso fluido, apareció sobre las 7:30 pm en escena la banda colombiana Under Threat, encabezada por el guitarrista y vocalista, Nicolás Bermúdez; “veteranos” en la movida del Death Metal local, estos señores encajaron perfecto con su sonido arrasador basado en dos guitarras bien filosofas, una de ellas a cargo del señor Juan Burbano, también guitarrista de Ingrand, otra legendaria agrupación Bogotana. La gente nada ajena a la historia del grupo, se sacudió con temas como “Out of the timeless void” del disco The Manifested Void, destacándose el contundente sonido en batería, y por supuesto la icónica e infaltable “Embraced by Desaster”,  con ‘headbanging’ al unisonó. Efusivo calentamiento de alrededor de 30 minutos de un digno representante del rock nacional.

Luego de un chequeo final y del tradicional humo denso, cerca de las 8:40 de la noche el rostro del prolífico Peter Tägtgren, apareció, y los gritos de euforia fueron acallados de un solo tajo, cuando la canción “End of Clousure”, homónima del último registro en estudio, se reveló al publico colombiano por primera vez, perfecto inicio, que no dejo soltar el lazo, pues si alguien andaba despistado aun,  con la siguiente, “Tales of Thy Spineless” y el fogonazo vocal de Peter, debió quedar abrasado completamente. La mancha negra seguía prendida, poco espacio para la interlocución y después de la “pegajosa”  “Fractured Millenium”  y un corto silencio, todos fuimos abducidos a través de “Killing Art” canción proveniente de mediados de los noventa que en manos del baterista ‘Horhg’ sin duda sonó portentosa. Recorridos 18 minutos las acopladas guitarras base del sello de Hypocrisy y por lo cual siempre se hará imprescindible  la cita, permitieron abrir la puerta sonora para la consecuente “The Eye”.

Ratificando que en su mente no hay límites en cuanto a música se refiere, Peter, lució una camiseta de la legendaria banda escocesa de Hardcore-Punk, The Exploited, y con esa energía propia de dicho estilo,  pulverizó a los presentes con la siguiente del set, la machacante “Valley of the Damned”  que dejó ni una cabeza quieta, seguida de “Fire in the Sky”. El calor inherente en nada opaco la petición de la banda, querían pogo,y nada mejor que la ametrallante “Pleausure of Molestation”, 4 instrumentos perfectamente alineados y una batería a tope, incitaron la danza, pero la costumbre en vivo es no dejar bajar de esta montaña rusa a nadie, por eso, la  mezclan junto a las siamesas “Osculum Obscenum y “Penetralia”, tres en un solo riel, punto alto del show. El aliento escaseaba, cambio de luces, un poco de aire y el retorno  trajo la industrial “Buried”, que desembocó en la desgarradora “Elastic Inverted Visions” donde sus melodías abrieron la entrada a otra dimensión.

La caratula del reciente álbum, custodiaba al grupo con dos telones, mientras su líder permanecía hermético pero consagrado en un canto cercano a la profundidad, exhalado en devastadores gritos,   “44 Double Zero” y “War-Path” dieron fe de ello. Y para no dejar duda de la cantidad de atmosferas musicales que pueden desarrollar,  la densa “The Final Chapter” que una vez ejecutada dibujó en los rostros regocijo, junto a una canción bastante esperada en infaltable “Roswell 47”, bien pulida al vivo.  Si, el final se acercaba, la salida de Hypocrisy de escena lo cantaba,  pero sabíamos que faltaba la tan vitoreada “Eraser”. De nuevo el humo cubrió la tarima y  por la parte izquierda aparecían una vez más los 4 escandinavos, agradecieron por la asistencia mientras Peter se envolvía en la bandera de nuestra nación, regalada por el club de fans,   entonces,  descargaron “Adjusting the sun” penúltima sacudida del teatro entero, luego Intro de bajo, luces verdes, riffs y la nave avistada desde el comienzo del show, descendió finalmente con la rítmica “Eraser”, sello de guitarras al hilo e inconfundibles,  se llegaba finalmente a la última estación de júbilo.

Basto 1 hora y 40 minutos para ratificar que a Hypocrisy no le queda grande el titulo de leyenda, el sonido capturado en estudio, es fiel en vivo, fácilmente pueden ser crudos pero también balsámicos, no solo etiquetan a los amantes de un género extremo como el Death Metal, mejor, abren la puerta de la inclusión sin entrar en terrenos planos. Por su parte Peter Tägtgren genio y figura, se complementa a la perfección con la segunda guitarra, que sin duda llena los vacios y va más allá de lo esperado,  para esta máquina metalera sueca no hay gota de aceite que le falte ni tampoco alguna que le destile, permanece en honor al metal impecablemente engrasada.

 

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No podemos cerrar este post sin destacar a los organizadores del evento, se notó la colaboración y el trabajo en equipo, desde el ingreso del público, la ubicación, el horario, la buena disposición hacia la banda nacional, la parte técnica, la venta de comestibles, hasta el respeto por las personas de prensa, en realidad el respeto hacia todos, demostraron que las cosas dan grandes resultados cuando todos van hacia un mismo lado y sin envidia alguna.  Esperamos que continúen por la misma senda.

 Y así fue al vivo…

 

 

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