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Para Autopista Rockosa es un orgullo publicar esta entrada, la número 333, primero por lo que representa la banda en mención no solo para mí, sino para los seguidores de un genero como lo es el rock en sus diversas corrientes, y segundo porque hoy el blog cumple 8 años de estar rodando, 8 años de compartir un sinnúmero de experiencias enriquecedoras y de mucho pero mucho aprendizaje. Por supuesto habrá una merecida celebración, a la cual estarán invitados todos los lectores, seguidores y amigos de este espacio. Estén pendientes y mil gracias a todos. Bienvenidos.
Era inevitable abstraerse de la energía circundante en el ambiente, la emoción invadía el lugar arropando cada cuerpo, mientras los gritos iban y venían. El concierto estaba a punto de iniciar, sin embargo, las lágrimas de muchas mujeres rodaron antes. Objetivos agudos apuntando, está vez ningún fotógrafo quería dejar clicks sueltos, pero la hora oficial había sido “burlada” por el líder de la banda quien estaba inconforme y seguía ajustando.
Blanco el inmaculado tono predominaba en todo el entorno, incluso en la indumentaria del grupo, la gama era contrastada por focos de colores que pegaban desde el piso hacia los pliegues del telón, sencillo pero al ritmo de los sonidos recreaba atmósferas relucientes soportadas además por diversos arreglos florales ubicados en varios puntos de la tarima. La canción “Get Out” abría en el Club Hípico la noche rockera en la nación de la estrella solitaria.
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El disco King for a Day… Fool for a Life Time cumplió en marzo pasado 20 años, sucesor de joyas como Angel Dust (92) y The Real Thing (89) que abrieron el espectro en cuanto a lo que representaría la llegada de Mike Patton una de las voces más polifacéticas del rock, y luego de la salida del vocalista Chuck Mosley quien grabara los dos primeros discos de la banda.
Sin medida alguna había estallado para los novatos, foráneos y a los ya bautizados la corpulencia pero también la benevolencia de esta música hasta entonces en parte desconocida para el suscrito. “Evidence” en español, “Star A.D.” nunca antes tocada en vivo, “What a Day”, “The Las to Know”, ausentes en las 2 visitas anteriores y “Just a Man” apoyada por un nutrido coro de músicos locales vestidos con túnicas de colores, primicias de casi todo un set especialmente condimentado que incorporaba en exclusiva a uno de los creadores de estas tonadas, el guitarrista Trey Spruance. Las 14 canciones del álbum ‘King for a Day… Fool for a Life Time’ rodaban una a una, radiantes, imposible no contagiarse, inviable no rozarse con la provocada piel de gallina del vecino, absurdo evitar saltar o cantar, inútil escapar de aquel momento irreversible.
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Septiembre de 1995, en un acto inverosímil, el joven vocalista del penúltimo grupo en la segunda jornada del festival Moster of Rock, recibía escupitajos por parte de los asistentes luego de iniciar su presentación, extraño pero “tradicional” en los conciertos de música pesada en ese lugar, parte del público pedía además a Ozzy Osbourne encargado de cerrar el evento; lejos de enojarse y terminar el acto, aquel hombre reto a que continuaran escupiéndolo e incluso que los apuntaran hacia su boca, a la postre sería un poderoso y célebre show que estrecharía lazos de fe para siempre.
Seguidores del blues, el folk, el rock, el progresivo, el punk, el metal y de la música en general, estaban representados, cada ‘parche’, cada estilo de vida era un reflejo de lo que sonaba en escenario, todos congregados bajo el idioma universal del rock y en torno a un quinteto que musicalmente se hacía indefinible. Gutural, melódica y hasta operática la voz líder, cuyas frases -algunas en español- están cargadas de humor y sarcasmo, de reflexión y activismo, pero también de respeto para quienes se han ido, “Matador” –pieza inédita- es dedicada al fallecido Felipe Herrera del grupo tributo “Please No More”, y marca la vuelta a escena, “Absolute Zero” la última sorpresa, cierra la mágica noche del 12 de noviembre de 2011 en la capital de Chilena. La fe refundida en los actúales tiempos aparece frente a mí en medio de una marea de almas y bajo el sello de Faith No More.
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La única relación sonora que se ha tenido con los californianos de Faith No more, ha sido a través de Mike Patton quien se presentó en Bogotá en 2013 junto al proyecto MoonChild, liderado por el multiinstrumentista Jhon Zorn. Este viernes luego de más de dos décadas de espera se tendrá el chance de ver a una de las bandas más relevantes del rock, en un episodio en verdad imprescindible. Por Colombia estará la banda caleña Desnudos En Coma. Todos los datos del evento aquí.
Autopista Rockosa 8 años
