Varios minutos después de que dejaran de oscilar las cuerdas de ese monstruo de marca Rickenbacker nacido bajo pero  criado como guitarra, sonido acondicionado por él, como prácticamente todo en su vida, aún sentía la vibración en mis oídos. El Coliseo el Campin de Bogotá -indigno lugar para la música- registraba la icónica ‘Ace Of Spades’ como la última canción del repertorio, del único show de Mötorhead en Colombia.

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Lemmy Kilmister citaba entre sus héroes a la leyenda viviente Little Richard y a lo largo de las 22 placas que grabó en estudio les rindió tributó, el último a los Stones, -‘Sympathy for the Devil’- en la placa ‘Bad Magic’  publicada en agosto pasado. Esa malgama de sonidos absorbida  a partir de ver en vivo a los coterráneos, The Beatles, en la mítica Caverna cuando  abordaba a penas a los 18 años de edad, aumentó en él la capacidad para crear un propulsor que inicio a crujir un poco antes del impactante álbum debut: Mötorhead (1977). Desde entonces es un trabajo extenso enumerar las bandas que nombran e incluyen a la agrupación inglesa Motorhead  en sus propias obras. O El sinnúmero de festivales donde aparecieron. Héroe tras héroe trascendido. Ian Fraser «Lemmy» Kilmister también lo hizo.

Tesoros escondidos para quienes escudriñaron cuando al pie del nombre de una canción aparecía entre paréntesis el compositor original. ‘Damage Case’/Metallica ‘Orgasmatron/Sepultura. Impregnada de excesos la garganta no solo emitía himnos, desvergonzado se negó a limpiar su descuidada estufa para la escena de apertura del maravilloso documental ‘Lemmy’, limpieza que al final le tocó asumir a la producción de la cinta.  Único en su especie. En decirle sin pudor las cosas al cercano o a lo establecido -la religión- rudo pero también  de otro temperamento en testimonios como ‘Love Me Forever’.

En Rainbow, California,  pueden contar buena parte de la historia de vida hecha a pulso del gran Lemmy, un libro colmado de anécdotas y frases memorables que varios tuvieron el chance de escuchar al topárselo en el bar de siempre como quien departe con un amigo. Todos los ‘cabezas de motor’ alrededor del planeta afectados por esta pulverizadora hacen parte de ese hito, y me atrevo a decir que más que pena sienten orgullo, una familia que también hoy debe agradecerle a todos los integrantes que la conformaron  durante estos 40  años, al también recién fallecido, el baterista, Phil «Philthy Animal» Taylor.

Solo hay que leer las expresiones del mundo entero acerca  de la partida de Lemmy hace dos días,  para entender lo que significó no solo como artista también como persona genuina, complicado serlo. Por supuesto existe tristeza pero también viniendo de él, probablemente le gustaría que en su honor celebráramos las cuatro décadas de Blues, rock, punk, metal… que ofrendó, al final, como  acertadamente lo decía: Rock and Roll. Familiares, amigos, colegas, -no solo ahora- coincidían en definirlo como un ser autentico,  fiel a un estilo de vida ausente de aderezos  y bañado en los extensos brazos del ‘ruido’, en los suvenires propios de la escena que a tope consolidó desde comienzos de los años setenta cuando por accidente militó en la mítica banda inglesa de variopintos sonidos Hawkwind, aprendiendo la distancias entre los trastes y el grosor tendido del bajo eléctrico.

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Cada vez le subía más el volumen,  los amplificadores  Marshall   casi reventaban el Coliseo, como siempre poco le importó, menos salir a tocar afectado por la altura. Por su puesto no hubo justicia, hubiéramos querido tener mejores condiciones para sentir realmente aquella leyenda. Ahora, ese pasaje se debe atesorar más, fue el que no conformes nos tocó  un 21 de abril del 2009.

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Este sencillo homenaje obviamente desplazó el post dedicado a los conciertos destacados de este año. Sin embargo, es la publicación que dará inició a la nueva temporada de Autopista Rockosa.  Pasaran los días  y la comunidad musical  seguirá pronunciándose al respecto, no es para menos. En mi hogar solo suena por estos días, Mötorhead.

Gracias, Lemmy, por tan grandiosa música.

 

Lo mejor para todos en año nuevo.

 

Permanezcan Rockosos