Primera vez que la agrupación Soilwork visitaba nuestro continente luego fundarse en 1995, una gira accidentada que inició hace una semana en Sao Paulo y terminó el pasado domingo en Bogotá. Reseña y galería del concierto. Bienvenidos.
De la prolífica zaga del metal sueco por aquí han tocado grupos como: Opeth, Amon Amarth, , The Haunted In Flames At The Gates… la lista se queda corta. Honores a personajes como Andrés Durán que décadas atrás puso a consideración de los oyentes a través de El Expreso del Rock otras vertientes del rock apartadas de las convencionales.
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Seguidores registraban en las redes sociales grandes expectativas y emociones previó al concierto, no era para menos pues argumentos musicales habían de sobra / A eso de las 8 y 50 de la noche los bogotanos Unauthorized, considerados al abordar estilos poco habituales en el medio local en años donde varias agrupaciones europeas del genero explotaron y marcados justamente al ser acto de apertura de los suecos Dark Tranquillity en 2005, cerraban la cuota de rock nacional con una descarga acoplada de buen Melodic death metal, suculento menú, abierto minutos antes por los coterráneos Narcopsychotic y Surviving in a World respectivamente.
Recargado de energía, el auditorio Lumiere con más de la mitad de su aforo total se hizo sentir una vez los integrantes de Soilwork atravesaron el lugar rumbo al escenario. Flotaron entonces las melodías de ‘The Ride Majestic’, sobre 9 de la noche, ansiedad liberada en choques al centro del recinto y confirmación de fallas en el sonido experimentadas minutos antes por las bandas nacionales.
Plagado de tinta en las extremidades y con el apellido tatuado en el antebrazo, Björn Strid a través de ‘The Chainheart Machine’ o ‘Toungue’ traía al acto épocas gloriosas, liricas productoras de descomunales remolinos humanos secundados por Coudret , Anderson y Wibom, traviesos guitarristas que a pesar del reducido espacio no dejaron de moverse de un lado a otro. Ya el calor hacia lo suyo en el rostro de Strid pero también la molestia por un sonido saturado que tapaba las gamas de su voz, similar al de guitarras que ahogadas en estridencia, nunca se pudieron distinguir.
No obstante, desde tiempos difíciles la perseverancia hace parte del ADN de esta agrupación que contagiado por tan efusivo recibimiento jamás perdió la buena actitud, vehemencia al límite de voz, cuerdas (el teclado fue espectador) y percusión en ‘Bastard Chain’, hoyo en el tiempo que acercó a la vieja escuela de fans del death metal puro e incluyó a las nuevas en ‘Whirl of Pain’, listado de canciones obviamente soportado en la reciente placa ‘The Ride Majestic’ con 4 canciones de las 15 del set.
‘Soilwork Soilwork Soilwork…’ coro de retorno, de vuelta a escena aparece la petición del público: ‘As We Speak’, pero el vocalista lamenta no complacerlos explicando que por lo menos hace 10 años no la tocan, sin embargo, derivado del mismo hit -Natural Born Chaos- reproducen ´Follow the Hollow´ más abrumadora pero sin salir aún del atasco disonante; enseguida, focos rojos, “reflejo” de la portada de ‘Stabbing The Drama’ homónima que cierra el evento y cuyo estribillo se amplifica cedido el micrófono.
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La primera incursión de este grupo por tierras del sur estuvo cargada de incidentes: en Buenos Aires no pudieron terminar el concierto por enfermedad, en Chile hubo problemas con el sonido y en Perú se dice que asistieron cerca de 80 personas. Destacando la pasión de los asistentes, bandas locales y Soilwork, en un concierto que resultó disonante, Bogotá no fue la excepción.
Ojalá se de la revancha.
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