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Si no se introducen reformas en los sistemas de pensiones de la región, entre el 47% y el 60% de adultos mayores que habrá en la región en 2050 no habrá ahorrado lo suficiente para tener una pensión adecuada para su vejez (1). Esta baja cobertura acarreará importantes consecuencias para la región, en el ámbito social, político, fiscal y económico.

 

  • Sociales: El mecanismo habitual donde los hijos cuidan de sus mayores en la vejez, entrará en crisis. La mayor esperanza de vida, la reducción del tamaño de las familias y la incorporación de la mujer al mercado de trabajo implicará que el cuidado de los adultos mayores supondrá un esfuerzo mucho mayor, compitiendo con las inversiones en salud, educación o, incluso, en vivienda que también deben hacer las familias para el bienestar de las siguientes generaciones.

 

  • Políticas: En las próximas décadas los adultos mayores de 65 años van a constituir entre el 20% y el 30% del electorado potencial en la región y, por lo tanto, sus demandas serán determinantes para elegir un gobierno u otro. En ese marco, compensar la falta de cobertura de pensiones resultará, probablemente, uno de los requerimientos de esas generaciones de adultos mayores. De hecho, ya lo es en el presente. Una gran mayoría de países están implantando pensiones no contributivas.

 

  • Fiscales: La falta de cobertura supone un costo fiscal latente en la región. Los gobiernos democráticos de América Latina y el Caribe no van a poder ignorar las demandas de un creciente porcentaje de la población, por lo cual los países deberán destinar más y más recursos para suplir esta falta de cobertura previsional.

 

  • Económicas: El cómo se cierren las brechas de cobertura puede impactar en el funcionamiento de los mercados de trabajos, la inversión y la productividad a largo plazo de los factores de producción.

Por todo ello, las pensiones están llamadas a convertirse en uno de los ejes centrales de la política económica y social de América Latina y el Caribe de las próximas décadas. Pero hay que darse prisa. Esa generación que tendrá problemas en su vejez es la de los que hoy estamos en el mercado de trabajo, es decir la tuya y la mía. Todavía estamos a tiempo de rectificar.

En las próximas semanas iremos desvelando cómo se podría alcanzar una cobertura universal en pensiones para la región y en qué condiciones ésta sería fiscalmente sostenible.

(1) Mejores Pensiones, Mejores Trabajos: Hacia la Cobertura Universal en América Latina y el Caribe (de próxima publicación)

 

Este blog fue publicado inicialmente en el blog Factor Trabajo del Banco Interamericano de Desarrollo. Más entradas  http://blogs.iadb.org/trabajo/2013/10/11/una-cita-impostergable/

 

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