de Desarrollo en http://blogs.iadb.org/desarrolloinfantil/2013/11/18/los-verdaderos-hombres-cambian-panales/

La semana pasada el BID y el instituto Promundo lanzaron un nuevo programa,  Programa P (P de padre), como una respuesta ante la necesidad de contar con estrategias concretas para involucrar a los hombres de manera activa y positiva en el cuidado desde la gestación y durante los primeros años en la vida de sus hijos.

Tanto las familias como las relaciones de género están cambiando hacia modelos no tradicionales donde hombres y mujeres desempeñan roles en el ámbito del trabajo remunerado y no remunerado que incluye en gran parte el cuidado de los niños. Sin embargo, la desigualdad de género sigue manifestándose en la Región a través de altos índices de violencia contra la mujer, problemas de salud sexual y reproductiva como la mortalidad materna, embarazos no deseados y tempranos, enfermedades de transmisión sexual y HIV/SIDA entre otros.

Por otra parte, un alto porcentaje de niños de la región sufre violencia en sus hogares. Entre 25% a 47% de mujeres de los países donde existen datos afirman que en su hogar se castiga físicamente a los niños y esto ocurre con mayor frecuencia allí donde las mujeres experimentaron violencia de pareja. A pesar de esto, la violencia intrafamiliar continúa siendo un tema tabú y relegado a un asunto que debe resolverse en el seno de la familia.

El foco principal del Programa P es involucrar a los hombres a través del sistema de salud, especialmente durante la atención del embarazo y los controles del niño. El manual brinda las herramientas que necesita el personal de salud para lograr esto. Asimismo, provee métodos para educadores u organizaciones que quieran trabajar con padres y madres promoviendo la co-responsabilidad en la crianza, competencias parentales que promuevan relaciones saludables y afectuosas sin violencia y una socialización que brinde las mismas oportunidades a sus hijos e hijas modelando la igualdad en su relación de pareja.

El programa fue piloteado en Nicaragua y otros países fuera de la región. Esta actualmente siendo adaptado para ser implementado en Brasil, Chile, Nicaragua y Guatemala desde el sector salud, entrenando a los prestadores a involucrar constructivamente a los hombres en la salud sexual, reproductiva, materna e infantil y a facilitar sesiones de reflexión entre padres como parte de las prestaciones de salud.

El trabajo con hombres como padres resultó un punto de entrada clave para abordar temas sensibles tales como el alcoholismo y la violencia y como estas afectan la familia. Participantes del programa reportaron mejores relaciones con sus hijos y parejas, mayor participación en las tareas domésticas y de cuidado, menor consumo de substancias y por sobre todo, expresaron el inmenso beneficio de estar involucrados en las vidas de sus hijos. “Mi padre no se enoja y nos reta como solía hacer. Esta más tranquilo y pasa más tiempo con nosotros”, reporta el hijo de un participante del programa piloto.

Ojalá los gobiernos de la región se animaran a adaptar en sus contextos nacionales un programa como este y lo hicieran parte de sus estrategias de desarrollo infantil temprano. Este enfoque ha dado resultados positivos en países de Europa, Estados Unidos y Asia y está comenzando a aplicarse en la región logrando modificar normas de género que afectan negativamente el desarrollo de los niños desde antes de su nacimiento. Vale la pena considerarlo.