Este blog fue publicado inicialmente en el Blog Sin Miedos del Banco Interamericano de Desarrollo Mas entradas en http://blogs.iadb.org/sinmiedos/

Este hombre militar, de cara severa, es el Tte. General del ejército australiano, David Morrison. Bien vale la pena recordarlo en este Día para la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer, por su firmeza en promover el respeto de la mujer en el ejército australiano.

“Aquellos que creen que comportarse explotando o menospreciando a sus colegas no tienen espacio en este aparato militar”, dijo hace unos meses en un video que ha dado vueltas al mundo (en inglés), cuando se supo que un grupo de militares filmaba mujeres en situaciones comprometedoras sin su conocimiento, y luego distribuía el material por los medios sociales. “En todas las operaciones las mujeres soldadas  y oficiales han probado ser parte de las mejores tradiciones  del Ejército Australiano.  Son vitales para mantener nuestra  capacidad ahora y en un futuro”.

En tono enfático, sin titubeos y mirando fijamente a la cámara, el mensaje de Morrison cautivó a sus espectadores y en pocas horas se volvió uno de los más comentados. Rara vez se ve un alto oficial tomando una postura tan clara en favor del respeto a las mujeres en uniforme.

El ejército australiano está implementando un método promovido por Jackson Katz, de los Mentores para la Prevención de la Violencia (MVP), que llama a todos los hombres, y en especial a los hombres en posiciones de poder, a pronunciarse y actuar con firmeza para prevenir la violencia en contra de la mujer. Pueden ver un video (en inglés) con Katz aquí.

https://vimeo.com/80301207

El mensaje de Morrison amenazaba a los militares con palabras como “si esto no les acomoda, entonces fuera”, y los encomendaba a denunciar cualquier situación de abuso en caso de haber sido testigo o conocer situaciones de este tipo.

La semana pasada, seis integrantes del ejército fueron dados de baja, y otros 11 individuos enfrentan sanciones.  El ejército está también considerando acciones disciplinarias en contra de 172 personas que tuvieron alguna participación en los hechos.

En ese momento se comentó que el mensaje de Morrison era exactamente lo que las víctimas y victimarios debían oír.  La firmeza, entereza y furia  con la que el General   – uno de los hombres más poderosos de Australia – envía el mensaje,  se  traduce en la voz de todos aquellos que por años habían estado recibiendo maltratos y abusos, y reafirma la seriedad de situaciones de este tipo.

¿Cuál sería el efecto de un “Morrison” en América Latina?  Darles la palabra a los hombres poderosos  en nuestra región para que hablen del tema, podría reforzar la idea de que la violencia contra la mujer es un problema de todos y nos afecta a todos por igual.