Este blog fue publicado en La Educacion de Calidad es Posible del Banco Interamericano de Desarrollo (BID)

Por Cynthia Hobbs y Invitado / Guest – 21 / Nov / 2014

Sí, es verdad. Un mayor porcentaje de chicas que de chicos aprueban el Examen Regional del Consejo de Educación Secundaria (CSEC – por sus siglas en inglés, un examen usado como evaluación de fin de los estudios secundarios) en la mayoría de las asignaturas. Sin embargo, en materias claves como las matemáticas, más de la mitad de los candidatos jamaiquinos reprobaron en 2013, independientemente de su sexo. En ese sentido, aunque los chicos sí tienen un desempeño académico inferior al de las chicas, está claro que ambos muestran un bajo nivel académico y aún deben mejorar. Por ende, el sistema educativo deberá apuntar a la excelencia en aprendizajes para todos.

Es importante exigir la excelencia porque los estudiantes se motivan a través de las expectativas. De hecho, las expectativas de un maestro pueden convertirse en una profecía auto-cumplida; se ha comprobado que independientemente del nivel socioeconómico de la escuela, existe una relación entre resultados altos de aprendizaje estudiantil y las actitudes y expectativas de los maestros hacia sus alumnos. Por ejemplo, un estudio financiado por el BID mostró que las escuelas más eficientes en Jamaica son aquellas que promueven una cultura de altas expectativas.

Entonces, ¿cómo mejorar la excelencia académica en todos? ¿Deberían variar las intervenciones según el sexo? Aunque frecuentemente se habla de un enfoque de género, los expertos de Jamaica hallaron evidencia de que el nivel socioeconómico es el mayor predictor del éxito escolar. Además, la realidad muestra que las disparidades de desempeño entre escuelas no se reflejan en la fuerza laboral. En Jamaica, los hombres de todos los niveles educativos y de todas las edades, suelen tener salarios más elevados y tasas de desempleo más bajas en comparación con sus pares mujeres.

Además, existen costos económicos y sociales asociados al bajo desempeño estudiantil y a los bajos salarios, tales como la deserción escolar y la participación en conductas de riesgo como el crimen y la violencia. Por estas razones, es necesario abordar los aprendizajes bajos tanto de chicos como de chicas. De hecho, los estudios demuestran que un liderazgo escolar sólido y una enseñanza efectiva, pueden influir positivamente en el desempeño estudiantil. He aquí algunas otras estrategias:

Por último, es prácticamente innegable que los chicos de habla inglesa del Caribe tienen un desempeño estudiantil bajo, pero si estamos decididos a apuntar a la excelencia, chicos y chicas deben ser igualmente ganadores.

*Justine Stewart trabaja como asistente de investigación en la oficina de país el BID en Jamaica.