Este blog fue publicado por El Banco Interamericano de Desarrollo 

 

 

El túnel de San Gotardo, en Suiza, fue inaugurado en junio de este año. A 2.3 kilómetros bajo los Alpes, sus 57 kilómetros de longitud lo hacen el túnel más largo del mundo. Suiza tiene buenas razones para celebrar la culminación de las obras. De acuerdo al Governance Report 2016, el éxito del proyecto es principalmente el resultado de una gestión de la inversión pública ejemplar y compleja con la participación de los niveles subnacional, nacional, y europeo.

La ruta del túnel es una de las más importantes para atravesar los Alpes en el eje norte-sur de Europa. El túnel permite mejorar la conexión de los puertos de Rotterdam y Amberes con el puerto de Génova. También permite que el tiempo de viaje entre Zúrich y Milán se acorte en una hora, que puedan circular el doble de bienes, que 260,000 turistas adicionales accedan a la zona, y que casi 100,000 personas más tengan acceso al transporte público.

La conclusión exitosa de la construcción del túnel Representa una oportunidad para meditar sobre los elementos claves para mejorar la gestión de inversión pública, sobre todo en un contexto en el que las infraestructuras necesitan urgentes mejoras.

Mejorar la gestión de la inversión pública es precisamente una de las líneas de acción del marco sectorial de descentralización del BID.

El Governance Report 2016 analiza el rol de los gobiernos subnacionales en la gestión de los proyectos de inversión. Se basa en una encuesta a 295 hacedores de políticas, de los que 255 trabajan en entidades sub-nacionales en 27 países.  La encuesta resalta cuatro desafíos principales que muestran que los retos son similares a ambos lados del Atlántico.

¿Por qué son importantes esos desafíos? Desde el 2010, se han visto, tanto en Europa como en América Latina, brechas en inversiones causadas por una diversificación limitada de las fuentes de financiamiento y una disminución de las fuentes tradicionales de dicho financiamiento. El tema de la eficiencia de la inversión en infraestructura local es uno de los argumentos avanzados para compensar esa brecha.  En este contexto, el tema de la gobernanza y, más específicamente, de la gestión local de inversión pública es de primera relevancia. Esa buena gestión, la que permitió construir un túnel colosal bajo los Alpes, puede también ser elemento clave para las urgentes mejoras de infraestructura en el otro lado del mundo.

Ophélie Chevalier

Ophélie tiene más de 15 años de experiencia en desarrollo internacional, incluyendo gestión de proyectos (identificación, diseño, negociación, ejecución y evaluación), elaboración de estrategias sectoriales, diálogo con autoridades sobre políticas públicas, y supervisión de estudios técnicos. En el BID, ha trabajado en temas relacionados con capacidad institucional, desarrollo local, subsidios a la vivienda y mejoramiento de barrios. Actualmente, trabaja en el diseño y ejecución de estudios y proyectos orientados a una mejor gestión de las zonas metropolitanas. Asimismo, está a cargo de los temas de género y diversidad para la División de Gestión Fiscal y Municipal, promoviendo la agenda de equidad del BID.