Por Rosa Inés González Torres

Entre ruido y risas, llegan corriendo y se sientan unos encima de otros; aún cuando hay espacios disponibles para todos. Esta vez, son niños de segundo de primaria de una de las escuelas de la ciudad. Mientras tanto, nosotros los observamos inquietos y alistamos una presentación con algunos materiales que diseñamos para las sesiones de divulgación científica… ¡Empezamos!

Antes de entrar en el tema de cómo podemos usar diferentes herramientas para mantener el conocimiento científico y transmitirlo a diversas generaciones, déjenme explicar un poco de qué se trata el tema de divulgación científica. En esencia, divulgar es poner al alcance del público información, y la divulgación científica comprende el conjunto de actividades que se realizan para interpretar y hacer accesible el conocimiento científico al público general. El quehacer divulgativo se presenta como un reto en el proceso de comunicar y la oportunidad de ofrecer respuestas con el objetivo de crear más interés e inquietud en diferentes temas científicos relacionados con ciencia, salud y ambiente, entre otros.

La divulgación de la ciencia se hace más interesante cuando se buscan actividades exitosas y entretenidas para transmitir conceptos de ciencia, es crear un puente entre la ciencia y el mundo cotidiano [1]. ¿Recuerdan a Carl Sagan?, a mi parecer, él lo entendía muy bien, “El cerebro es como un músculo. Cuando está en uso nos sentimos muy bien, la compresión es alegre. Por otro lado, Luis Estrada (Investigador y divulgador mexicano) mencionaba que la divulgación nace con la misma ciencia, por eso no es de extrañarse que muchos de los divulgadores que conocemos sean científicos destacados en sus áreas de conocimiento y con algo en común que los distingue: su compromiso por hacer público su conocimiento. Esta es una característica de la divulgación, presentar la ciencia como punto de transformación social. Por ello, es importante que los divulgadores estén en constante conocimiento de los avances en su campo, a fin de dar una opinión y una posición critica frente a sus avances y aplicaciones.

En adición al dinamismo en las actividades de divulgación, las metodologías deben ajustarse según la época y el lugar, de manera que se logre reintegrar la ciencia a la cultura de la mano de la actualidad regional, nacional y también global [2]. Así, el divulgador debe estar en constante búsqueda referencial de contenidos aclaratorios en cada momento a traves de diversas fuentes como revistas científicas, televisión, películas, radio, prensa, talleres y seminarios, es una ardua pero deliciosa labor del pensar divulgativo. El divulgador debe tener la habilidad de “echar mano” de sus recursos para describir o recrear, con un lenguaje claro y cotidiano, imágenes y modelos que representan lo que se desea transmitir sin perder o degradar en su “traducción” la rigurosidad y el espíritu de quehacer científico.

Finalmente, la divulgación representa un aprendizaje práctico, que aunque no constituye educación formal, es útil en la formación de pensamiento crítico, obtención de confianza en los temas, así como favorece el fortalecimiento de habilidades para resolver problemas de la vida cotidiana que necesitan el conocimiento en las disciplinas de la ciencia [3].

Divulgación de la ciencia para niños

Los niños, particularmente, constituyen un grupo objetivo muy interesante gracias a que son extremadamente curiosos acerca del funcionamiento de las cosas y del mundo que les rodea [4]. En el proceso de transferencia de información, los niños pueden aprender de manera rápida las ciencias y entender mejor las ideas científicas si se les permite investigar y experimentar, con la condición de que los recursos y espacios que se utilicen para tal fin, sean altamente creativos y divertidos. Por eso, es importante que los encargados de divulgar, en cualquiera de los medios utilizados para tal fin (oral, escrita, dibujo, etc.) deban ser divertidos, tengan los conceptos claros y la suficiente flexibilidad de cómo transmitirlos de forma entretenida.

Fuente: CIBIOGEM (2016).

La población infantil tiene una ventaja sobre todos los grupos con los que se trabaja en divulgación, ya que no sienten vergüenza de preguntar o confrontar al tallerista sobre un concepto que no se entendió durante la presentación de la información. Es un público que pretende comprender lo que se transmite y busca ejemplos desde los recursos disponibles (películas, historietas, sucesos, etc). Entonces, en este caso las fuentes de información del público toman importancia, considerando que las preguntas pueden surgir desde la última película que vieron, hasta de las conversaciones de los adultos que han escuchando en casa. Por ejemplo, hace poco trabajé con niños de 8 a 10 años y los temas recurrentes fueron las consideraciones sobre el cambio climático del gobierno de Estados Unidos, como también riesgos potenciales de los organismos genéticamente modificados; donde la información fue tomada de programas en la televisión. Situaciones como estas, pueden manejarse con información clara, honesta, científicamente comprobada y correctamente traducida por el divulgador a las personas que tienen las inquietudes, por supuesto también es apropiado no generar sesgos y tener la humildad sino se conoce el tema con la suficiente profundidad de mencionarlo y quizá si es posible tener el compromiso de realizar la búsqueda pertinente de información y hacerla llegar por algún medio a la persona que tiene el interrogante. Por lo anterior, estas actividades de comunicación facilitan crear un espacio para desmitificar y atender preocupaciones sobre el tema que se presenta, al mismo tiempo que se obtienen otros resultados mediante las dinámicas que se diseñan.

Fuente: CIBIOGEM (2016).

A modo de ilustrar lo anterior, hace algunos meses tuve la oportunidad de desarrollar una idea y diseñamos junto con un grupo multidisciplinario, una actividad sencilla que permite explicar muchos de los temas relacionados con el ADN, si queremos por ejemplo informar sobre el genoma, la manera que ha resultado más útil es a través de una actividad en equipo, a modo de competencia, utilizando cubos para armar, en donde cada cubo reúne ciertas condiciones que permite a los participantes entender las caracteristicas y funciones de este ácido núcleico; asi como, las aplicaciones actuales y potenciales de la biotecnología moderna y edición de genes. De esta manera, mientras los niños se divierten y juegan con los materiales van comprendiendo lo transmitido y a la vez se refuerzan valores como los de respeto y tolerancia. Es decir, podemos tomar ventaja que el juego es una conducta precursora de procesos intelectuales como parte del desarrollo cognitivo que impulsa generar relaciones entre iguales para favorecer el desarrollo del lenguaje compresivo y expresivo en los participantes de nuestras actividades. Entonces, los divulgadores de la ciencia enfocados en niños deben jugar con ellos a través de ejemplos conocidos e ingeniosos que faciliten incrementar la curiosidad de un determinado tema para arar el camino en el siguiente paso del proceso cognitivo.

En genética los niños cuentan con algunos recursos como Las aventuras de la pandilla del ADN realizado por la Fundación Ciencia Activa, en donde pueden encontrar el desarrollo de contenidos sobre temas asociados a genética de una manera ligera, amena y con la suficiente robustez para que niños y adultos comprendan de manera fácil los tópicos que allí se presentan.

La divulgación en otras áreas como la astronomía, la fisica, las matemáticas, entre otras, cuentan con importantes esfuerzos de la comunidad científica para acercar el tema a los niños, es el caso de Astronomía para niños (nuestro vencidario cósmico) del Planetario de Medellín, en el curso los niños de 8 a 11 años conocen la dirección cósmica en la que está la Tierra, sobre los planetas y los últimos avances sobre el Sistema Solar y en el mismo tema está la Noche de las Estrellas organizado por diferentes instituciones mexicanas donde se invita a todas las personas y se entusiasma a acercarse alguna de las sedes dispuestas y acondicionadas para talleres, conferencias, música y observación con telescopios para compartir la pasión por la astronomía, inclusive, si algunas personas desean pueden llevar su propio telescopio para compartir con los asistentes.

La divulgación científica tiene la responsabilidad social de fomentar la cultura del conocimiento científico y el promover que los niños convivan y disfruten con la ciencia. Así mismo, es una relevante oportunidad como voceros eficaces en su entorno familiar de temas tales como manejo y conservación del medio ambiente, biodiversidad y reciclaje entre otros. Por eso es importante generar y favorecer espacios de intercambio de información en diferentes contextos (universidades, institutos, casas de la cultura, etc) que faciliten el acercamiento y el interés en los temas expuestos y también estimular a que profesionales dediquen tiempo a la divulgación. La divulgación para niños, es también una valiosa oportunidad para que en ellos, se despierte o se incremente el interés en temas de particular complejidad a modo de semillero de las generaciones futuras de científicos.

 

Enlaces sugeridos en comunicación de la ciencia:

Fundación Ciencia Activa

http://www.ciencia-activa.org

Expociencia organizada por la Asociación Colombiana para el Avance de la Ciencia

http://expociencia.co

Semana Nacional de Ciencia y Tecnología organizada por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología

http://www.conacyt.mx/index.php/comunicacion/semana-nacional-de-ciencia-y-tecnologia

Planetario de Medellín

http://www.planetariomedellin.org/cursos/

Referencias

  1. Estrada, O., & Carlos, J. (2011). Educación y divulgación de la ciencia: Tendiendo puentes hacia la alfabetización científica.
  2. Mora, A. M. S. (1998). La divulgación de la ciencia como literatura. UNAM.
  3. Reid, D. J., & Hodson, D. (1993). Ciencia para todos en secundaria (Vol. 1). Narcea Ediciones.
  4. Massarani, L. (2007). La divulgación científica para niños. Quark: periodismo científico en un mundo diverso, (34).