Por: Leonardo Galindo

 

 

¿Qué hace un transgénico?

 

El miedo fundamental de las personas hacia los transgénicos parece provenir de dos fuentes: 1) se piensa que el hombre está jugando con el proceso natural de los organismos y esto resulta en productos dañinos para la salud y 2) la manipulación de estos organismos es un gran complot de las grandes multinacionales para dominar los mercados.

 

Tengo que admitir que, aun habiendo estudiado biología por 4 años y medio, la primera vez que me senté a hablar con uno de los científicos del Centro Internacional de Agricultura Tropical, mientras empezaba mi tesis de pregrado en biología molecular, me molestaba que aquel científico defendiera tan vehementemente los transgénicos (mi miedo provenía de una alternativa distinta a las que expuse anteriormente: Yo pensaba que rompíamos de manera abrupta con la evolución natural y dejábamos fuera algunas variables importantes que resultarían en consecuencias inesperadas). Mi colega había trabajado en cultivos transgénicos por algún tiempo y estaba tratando de introducir genes para incrementar el contenido de carotenos en yuca, pues en general esta planta tiene un contenido bajo de vitaminas, proteínas y minerales básicos [1]. Los carotenos son unos compuestos precursores de vitamina A, y la yuca es un cultivo básico en la dieta alimenticia de más de 800 millones de personas [2]; de hecho, en la región del sub-Sahara Africano hay una gran dependencia por este cultivo para suplir las necesidades energéticas de la población [1,3]. Las mejoras genéticas desarrolladas en este cultivo (incluyendo el uso de transgénicos) han incrementado los contenidos de zinc, hierro, proteínas y provitamina A, y su cultivo está siendo adoptado ampliamente por granjeros en África [4], mostrando como el mejoramiento genético es una excelente alternativa para mejorar los cultivos. El trabajo de mi colega proveía, sin duda, nuevas alternativas para aliviar necesidades nutricionales básicas. Entender este contexto me llevo a ahondar mi aprendizaje en el tema, y estudiar como surgieron los cultivos transgénicos y como han influido en el mejoramiento de las plantas.

 

En los años 90 los agricultores que cultivaban papaya en Hawaii, empezaron a ver cómo sus cultivos eran devastados por un virus (ring spot virus). Los científicos decidieron introducir una proteína del mismo virus en el ADN de la papaya, lo cual resultó en una respuesta de resistencia al virus, similar a la del sistema inmune humano cuando se aplica una vacuna [5]. El resultado, la papaya Hawaiana se salvó, y los agricultores de una región extensa de Hawaii pudieron seguir produciendo papaya para comercializarla [6]. Hoy en día esta papaya se consume en USA, Canadá y Japón [7], sin ningún tipo de efecto en la salud humana. Esto quiere decir que no existe ningún estudio científico serio que muestre algún tipo de vínculo entre el consumo de este transgénico y un efecto negativo en la salud [8]. De hecho no hay ningún estudio que muestre efectos negativos por el consumo de transgénicos; los procesos de evaluación de estos productos son de tan alta calidad, que los efectos nocivos son bastante improbables [8,9].

 

Como estos dos, existen otros ejemplos en la agricultura en los que se utiliza la biotecnología para introducir un gen de un organismo en otro organismo que no lo posee, para conferir una nueva característica de forma estable, e incrementar la productividad, estabilidad o contenido nutricional de un alimento. Esto es lo que se conoce como transgénesis, un proceso cuyo nombre ha creado mucha más controversia de la debida.

 

Las modificaciones genéticas son de muchos sabores

 

Para desmitificar el miedo a los transgénicos miremos algunos hechos. La manipulación genética de los organismos se puede hacer de muchas formas, de las cuales la transgénesis es solo una. Por ejemplo, las comunidades mesoamericanas de tierras bajas empezaron a seleccionar plantas (y sus genes) del antecesor del maíz hace más de 8700 años [10]. Aunque estos agricultores arcaicos no conocían lo que era la selección genética, la estaban utilizando para obtener el cultivo de maíz que tenemos actualmente, el cual difiere mucho de la planta original que se encontraba en la naturaleza (Figura 1). Mediante esta selección asistida (se llama selección asistida pues los humanos están seleccionando características, y no la presión por selección natural), las comunidades mesoamericanas seleccionaron solo un grupo de plantas y desecharon otras que, aunque no se vieran vigorosas, tenían otras características escondidas como la resistencia a ciertas enfermedades. Con este proceso miles de genes fueron seleccionados en el maíz [11], y se desecharon otros que aparentemente no eran deseables. Este maíz seleccionado por miles de años se cultiva y vende actualmente como “orgánico”. Este proceso de modificación genética del maíz se ve como un cambio radical frente a los transgénicos, que generalmente involucran uno o pocos genes.

 

Aunque poco sabe la gente sobre este tema, una gran cantidad de los alimentos que consumimos hoy en día han sido producidos por una metodología conocida como mejoramiento por mutación, donde se exponen las semillas de las plantas a químicos (ethlymetanosulfonato) o radiación (rayos X y rayos gama, por ejemplo) produciendo miles o millones de mutaciones (cambios en el ADN). La variabilidad introducida por estas mutaciones permite crear fortuitamente variedades que son más vigorosas o alimentacias, o mejorar variedades con características deseables [12,13], pero muchas otras mutaciones quedan escondidas o no tiene ningún efecto visible en el organismo. Variedades de arroz, soya, mostaza, pimento, papaya, garbanzo, frijol, cebada, lenteja, tomate, arveja, caña de azúcar, trigo, banano, yuca, solo por mencionar algunas, son alimentos que han sido sometidos a mejoramiento por mutación [14] y que encontramos en el supermercado como “orgánicos”. A pesar de que las marcas certificadas como orgánicas están fuertemente en contra de los organismos genéticamente modificados, continuamente venden alimentos derivados de semillas irradiadas [15]. Sin embargo, la aplicación de estas tecnología (a la par de otras tecnologías genéticas y agrícolas) hizo posible el aumento de la producción y el incremento de la seguridad alimentaria desde los años 30 [14], mostrando el beneficio y la ausencia de efectos sobre la salud humana. La página de la FAO y de la división de técnicas nucleares en agricultura contiene una base de datos de todas las variedades de plantas registradas a partir de mejoramiento por mutación (https://mvd.iaea.org/).

Figura 1. Comparación del ancestro del maíz (teosinte) con el maíz actual. Fuente: https://www.nsf.gov/news/news_summ.jsp?cntn_id=104207.

 

 

 

Al final del día

 

Al final del día hay ciertas verdades y mentiras alrededor de la controversia con los transgénicos:

 

 

 

 

References

  1. Sayre R, Beeching JR, Cahoon EB, Egesi C, Fauquet C, Fellman J, et al. The BioCassava Plus Program : Biofortification of Cassava for Sub-Saharan Africa. Annu Rev Plant Biol. 2011;62: 251–272. doi:10.1146/annurev-arplant-042110-103751
  2. Nassar N, Ortiz R. Breeding Cassava to Feed the Poor. Sci Am. 2010;302: 78–85.
  3. Ezedinma C. Cassava cultivation in sub-Saharan Africa Cassava cultivation in sub-Saharan Africa. Achieving Sustainable Cultivation of Cassava. 2017. doi:10.19103/AS.2016.0014.06
  4. Tahirou A, Bamire AS, Oparinde A, Akinola AA. Determinants of Adoption of Improved Cassava Varieties among Farming Households in Oyo, Benue, and Akwa Ibom States of Nigeria. 2015.
  5. Gonsalves D. CONTROL OF PAPAYA RINGSPOT VIRUS IN PAPAYA : A Case Study. Annu Rev Phytopathol. 1998;36: 415–437.
  6. Gonsalves C, Lee DR, Hall W, Gonsalves D, Street A. Transgenic Virus-Resistant Papaya : The Hawaiian “ Rainbow ” was Rapidly Adopted by Farmers and is of Major Importance in Hawaii Today. APSnet; 2004.
  7. Chávez-pesqueira M, Núñez-farfán J. Domestication and Genetics of Papaya : A Review. Front Ecol Evol. 2017;5: 1–9. doi:10.3389/fevo.2017.00155
  8. Key S, Ma JK, Drake PMW. Genetically modified plants and human health. J R Soc Med. 2008;101: 290–298. doi:10.1258/jrsm.2008.070372
  9. Castaño Hernández A. ¿Podemos morir si comemos alimentos transgenicos? In: Biogenic Colombia [Internet]. 2013. Available: http://biogenic-colombia.blogspot.ca/2013/11/podemos-morir-si-comemos-alimentos_7.html
  10. Ranere AJ, Piperno DR, Holst I, Dickau R. The cultural and chronological context of early Holocene maize and squash domestication in the Central Balsas River Valley , Mexico. Proc Natl Acad Sci. 2009;106: 5014–5018.
  11. Evolution of corn. In: Learn.Genetics.
  12. Ahloowalia BS, Maluszynski M, Nichterlein K. Global impact of mutation-derived varieties. Euphytica. 2014;135: 187–204. doi:10.1023/B
  13. Pathirana R. Plant mutation breeding in agriculture. CAB Rev. 2011;6: 32. doi:10.1079/PAVSNNR20116032
  14. Kharkwal MC, Shu QY. The Role of Induced Mutations in World Food Security. 2009.
  15. Fedoroff N V, Brown NM. Mendel in the Kitchen. Washington, D.C.: Joseph Henry Press; 2004.
  16. Ye X. Engineering the Provitamin A (-Carotene) Biosynthetic Pathway into (Carotenoid-Free) Rice Endosperm. Science (80- ). 2000;287: 303–305. doi:10.1126/science.287.5451.303
  17. Glover D. A hard look at GM crops. Nature. 2013;497: 24–26.
  18. Almeida A. Organismos transgénicos y flujo genético. In: Biogenic Colombia [Internet]. 2013. Available: http://biogenic-colombia.blogspot.ca/2013/11/organismos-transgenicos-y-flujo-genetico.html