Por: Alejandro García Ríos
Coordinador de Pereira Cómo Vamos
@peicomovamos

En el espacio público cabemos todos. Es un espacio para el encuentro y la interacción social entre los habitantes, y más aún: le da identidad y carácter a una ciudad, invita a reconocerla y seduce a vivirla.

Esa es la doble función de los parques, los andenes, el alumbrado público, los árboles, las zonas verdes y las ciclovías, al igual que los demás instrumentos para la movilización y la realización de actividades de permanencia como la recreación, eventos sociales y expresiones culturales. Todo ello constituye el espacio público y es la ciudadanía quien le da vida al habitarlo.

La Red de Ciudades Cómo Vamos, en su ejercicio de tomarle el pulso a la calidad de vida en Colombia, ha mostrado indicadores acerca de eso que sucede afuera de los hogares, en esos espacios sociales de compartir y departir.

En efecto, en las encuestas de percepción ciudadana que la Red aplica en las ciudades, se les pregunta a sus habitantes por su satisfacción con el espacio público. En este sentido se evidencia que las mejores calificadas en 2014 fueron Manizales (49%), Barranquilla (45%) y Medellín (44%), mientras que Cali (30%); Bogotá y Pereira (28%); Cartagena (21%), e Ibagué (17%) tuvieron los peores resultados.

El espacio público es relevante para la calidad de vida porque más allá de generar bienestar tiene una estrecha relación con la percepción que tiene los ciudadanos sobre la seguridad y el nivel de satisfacción con la ciudad como un lugar para vivir.

Entonces cuando se presentan conflictos de ruido, hacinamiento, descuido de los parques, ocupación ilegal por vendedores informales, desaseo y basuras en las calles, estos aspectos inciden fácilmente en la percepción de seguridad.

Para la muestra un botón. En las Encuestas de Percepción Ciudadana de la Red de Ciudades Cómo Vamos, las ciudades más críticas en seguridad en 2014 son Bogotá -solo el 17% de los encuestados manifestó sentirse seguro-, seguida de Cartagena (22%) y Cali (23%). Precisamente estas ciudades también presentaron retos importantes frente a la satisfacción con el espacio público.

En contraste, cuando una ciudad cuenta con parques y zonas verdes que permiten el disfrute, y tiene esos detalles que enamoran al ciudadano como la sombra de los árboles, tranquilidad, limpieza y armonía en las calles y andenes, se generan mejores condiciones para habitar el espacio público y entonces sus habitantes se sienten más satisfechos con esa ciudad como un lugar para vivir.

Muestra de ello es el hecho de que Manizales (86%), Medellín (84%) y Barranquilla (80%) fueron las ciudades que presentaron en 2014 mayor satisfacción de sus habitantes como un lugar para vivir, mientras que Cali (62%), Cartagena (58%) y Bogotá (48%) registraron los menores porcentajes de satisfacción.

Respecto a otro componente del espacio público, como lo es el alumbrado, se destaca la alta satisfacción en Medellín (86%) y Manizales (83%), que es casi dos veces mayor a la de Valledupar (45%), la ciudad peor calificada en este aspecto de acuerdo con el comparativo de la encuesta 2014.

Similar situación ocurre cuando se examinan los parques y zonas verdes, donde las ciudades de la Costa Atlántica -Cartagena, Valledupar y Barranquilla- presentaron los menores indicadores de satisfacción.

En Colombia, solo 1 de cada 3 habitantes está satisfecho con el espacio público. Por ello, debe incluirse en la agenda pública de las ciudades, junto con varios de sus componentes, esos detalles que enamoran al ciudadano.

El gobernante que se ocupe rigurosamente del espacio público obtendrá de los ciudadanos una mejor percepción de seguridad y aumentará la satisfacción con la ciudad como un lugar para vivir. Hará moñona, pues también dará identidad y carácter a su municipio, dos cualidades que por cierto hoy son algo escasas entre nuestros gobernantes.

@redcomovamoscol