Mónica Villegas Carrasquilla
Directora Bogotá Cómo Vamos
@bogotacomovamos
“Las ciudades tienen la capacidad de darle algo a todos,
solo sí, y solo cuando, se construyen entre todos”
Jane Jacobs
Hoy más de la mitad de la población mundial vive en ciudades. Se estima que en 2050 lleguemos a un 70%. Nuestro país no es ajeno a esta tendencia, pues casi 7 de cada 10 colombianos viven en centros urbanos. Esto significa que la solución a numerosos problemas sociales la determinan la planeación y la administración urbana. Entonces ¿qué rol desempeñamos los ciudadanos?
En la Red de Ciudades Cómo Vamos creemos que cada colombiano puede y debe ser protagonista de los cambios de su ciudad. De acuerdo con Jaime Lerner, exalcalde de Curitiba (Brasil), se puede mejorar la calidad de vida de la ciudad -claro- con voluntad política, pero lo más importante es lograr un equilibrio adecuado con la corresponsabilidad.
¿Co-rres-pon-sa-bi-li-dad? Pues sí. Y no significa que le restemos responsabilidad a los alcaldes o a las instituciones locales, pero estamos convencidos de que una ciudadanía más activa e informada puede idear soluciones y participar en la mejora de la calidad de vida de sus ciudades.
Necesitamos ciudadanos exigentes con las acciones de sus gobernantes y en general de las autoridades, pero al mismo tiempo se requiere que se organicen para promover soluciones a los diversos problemas que presenta la vida en colectivo. Que pueden ser muchos, por cierto.
Precisamente en la Encuesta de Percepción Ciudadana que realizamos cada año indagamos sobre algunos aspectos del comportamiento ciudadano que miden qué tan involucrados están los ciudadanos y si son agentes de cambio en las ciudades.
La Encuesta de Percepción Ciudadana 2015 revela, por ejemplo, que en Bogotá y Medellín el 75% de sus ciudadanos no participó en ninguna organización social, religiosa o comunitaria. En Pereira, el 71%; en Manizales, el 64%, y en Barranquilla, el 54% y es una de las ciudades con mayor participación.
En cuanto a la cantidad de personas que hicieron algo para solucionar un problema que los haya afectado, de cada 10, en Bogotá 6 hicieron algo; en Barranquilla, 5; en Manizales, 4; en Medellín, 3, y en Pereira, 2.
Esto nos hace preguntarnos ¿cómo se logra una ciudadanía corresponsable y solidaria? Durante varios años Bogotá se destacó por la llamada cultura ciudadana. Los habitantes de la capital aprendimos a realizar acciones como el ahorro del agua, usar el cinturón de seguridad o atravesar las calles por los pasos de cebra. Fueron acciones sencillas y pequeñas, pero lograron grandes cambios para la ciudad.
No obstante, un lugar común hoy en la capital es decir que “se perdió la cultura ciudadana”. Una lectura más adecuada sería que se dejó de implementar de manera sistemática una política pública transversal que vinculara a los ciudadanos en la solución de los problemas de Bogotá.
Ese es el verdadero espíritu de estas acciones. Más allá de campañas publicitarias, se trata de recoger datos e información sobre los comportamientos, actitudes y hábitos de los ciudadanos y con esto, plantear formas creativas de narrar los problemas y diseñar formas en que pueden ayudar a solucionarlos.
En este sentido, el llamado es en doble vía. Por un lado, a los ciudadanos para que se involucren, pues sus ciudades los necesitan. Por el otro, a los gobiernos locales para que aprovechen uno de los activos más importantes a los que tienen acceso para resolver problemas: su gente.
Como en muchas otras cosas en la vida, nos va mejor haciendo ciudad cuando trabajamos juntos. ¿Comenzamos?
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