Omar Oróstegui Restrepo
Director Bogotá Cómo Vamos
@bogotacomovamos

Bogotá es una de las mejores ciudades latinoamericanas para andar en bicicleta. Así lo afirmó una reciente publicación de la BBC. Y le lleva gran ventaja a ciudades importantes como Rio de Janeiro, Rosario y Santiago de Chile.

También le va bien a Bogotá, comparada con otras capitales de Colombia. Dentro de la Red Ciudades Cómo Vamos es en donde más se usa este medio de transporte (4,5%), frente a lugares como Manizales (1%), Barranquilla (2%) y Medellín (1,7%). Y si revisamos la percepción, en Bogotá el 83% de los que usan la bicicleta están satisfechos; en Manizales, el 95%, y en Medellín, el 89,6%.

En Bogotá hay 467 kilómetros de ciclorrutas y quienes más usan la bicicleta como su principal medio de transporte son personas entre los 18 y 35 años (22%), y en especial los de estratos 3, 4 y 5.

No es solo pedalear

Si bien en la capital se está trabajando para incrementar el uso de la bicicleta, es necesario tomar medidas en varios aspectos. Uno de ellos es mejorar la seguridad personal, pues el principal motivo de los ciudadanos para no movilizarse en bicicleta es que se sienten inseguros, según la Encuesta de Percepción del Transporte Público de la Cámara de Comercio Bogotá (2015).

Otras de las causas que aún no permiten que más personas pasen del carro o el transporte público a la bici es el temor a la accidentalidad. En promedio cada día se presentan cuatro siniestros viales que involucran a algún ciclista que no siempre sale ileso.

En este sentido, preocupa el aumento en un 18% de los casos en los ciclistas fallecidos. Mientras en 2015 se presentaron 60 incidentes, en 2016 fueron 71. Este incremento se ha venido registrando desde el 2012 y los vehículos de servicio público son los principales involucrados en estos hechos, seguidos por los vehículos de carga.

Hay precedentes

En Bogotá y en otras ciudades del país se debe seguir fomentando el uso de vehículos amigables con la salud y el medio ambiente, características que cumple a cabalidad la bicicleta.

Programas como “Manizales en bici” son un buen ejemplo. Este programa se inició en 2015 con 135 bicicletas públicas gratuitas. Para marzo del 2016 ya tenía inscritos mil 639 usuarios y se realizaban alrededor de 2 mil viajes al mes, según el informe de movilidad de Manizales Cómo Vamos.

Paralelamente a estas iniciativas hay que trabajar en mejorar las condiciones de los ciclistas. Esto se hace construyendo más ciclorrutas y bicicarriles, garantizando su conectividad y mejorando la seguridad.

Por el futuro

Las ciudades no pueden desfallecer en el fortalecimiento de las campañas de promoción de la bicicleta como un medio de transformación ciudadana, ambiental y cultural. Hay que generar consciencia sobre el respeto que merecen los biciusuarios en la vía porque, junto con los peatones, son los más vulnerables.

No hay que olvidar que la bicicleta es considerada el vehículo del futuro, pues cumple con el objetivo de permitir una movilidad sostenible y fluida, una de las características que identifican a las ciudades inteligentes. No contamina, disminuye el ruido, beneficia la salud y descongestiona el tráfico en las vías, lo que contribuye a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.