Recientemente he escuchado algo sobre unos supuestos diálogos de paz, una conciliación y no sé qué otras mentiras más. Quizá esto sea una estrategia del gobierno para desviar la atención de algún otro tema, de una crisis o pugna, que no quieren revelar. 

Odio la política, de hecho me considero apolítica. Mi punto de vista es desde la barrera, viendo a los colombianos como una masa heterogénea, sin importar su puesto en la sociedad. Por eso no hablaré de partidos políticos, de derecha o de izquierda, de presidentes o ex presidentes. Para mi, todos son lo mismo.

Hablar de manipulación mediática, de polarización y demás me resulta mamerto y obvio. Colombia es un país inviable, su gente es inviable, su pensamiento es inviable. Ya basta de hablar que Colombia lo tiene todo, que es el mejor país del mundo, que lo mejor que tiene es su gente y demás falsedades. Por favor, quítense esa venda de los ojos, de ese país perfecto imaginario no queda nada, tan solo algunas obras destacadas de García Marquez, pero sus creaciones son más fantasía que realidad, entonces no pierdan su tiempo mintiéndose. 

El colombiano es violento por naturaleza, está en su sangre, está en su bandera. Colombia se hizo con sangre, con violencia, con maltrato y violaciones. ¿Qué esperan después de eso? No me vengan con el cuento mediocre ese de ¨los buenos somos más¨ eso seguro lo inventó algún publicista varado para vender manillas o camisetas.

Me tomo el atrevimiento de tomar una cita de uno de mis escritores favoritos; Fernando Vallejo. Odiado por muchos y querido por pocos, por ser una persona autentica, que no tiene miedo a expresar lo que siente y cuando lo hace, lo hace muy bien. «Colombia es un desastre sin remedio. Máteme a todos los de las FARC, a los paramilitares, los curas, los narcos y los políticos, y el mal sigue: quedan los colombianos.»

No siendo más cierro mi corazón con un último pensamiento. Aunque no quieran admitirlo, a los colombianos les hace falta humildad, sencillez, nobleza, generosidad, sinceridad, honradez, lealtad… En fin tantas cosas, tantas. Me parece cómico como los colombianos se burlan de los peruanos, ecuatorianos y bolivianos, creyéndose superiores a ellos, haciéndose con cada comentario inferiores y pobres. Esos pueblos respetan su cultura, sus tradiciones, su legado. ¿Y Colombia qué hizo? Esconder todo eso en el monte, qué tristeza.

 

Por eso para conocer la Paz no es más que tomen un avión y se vayan a Bolivia, y por mucho que se burlen de los bolivianos, porque lo hacen, les aseguro que son un pueblo muchísimo más noble y pacífico que Colombia. 

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