Después de la entrada de mi Blog anterior, pude sentir el resentimiento y el odio de algunos de los lectores, y les digo, pueden no estar de acuerdo, pueden pensar que estoy equivocada, que no tengo idea de nada, lo que quieran, que lo mejor  es que no vuelva a Colombia y todo lo que se les dé la gana. Pero a lo que no tienen derecho es a hacerlo con ese tipo de comentarios desobligantes, vulgares y de mal gusto. 

Pero no los culpo, son el reflejo de un pueblo ignorante, donde las pocas personas que leen, leen lo que no deben leer. Son como cualquiera de sus compatriotas que viven en el monte o en el Palacio de Gobierno, atacando sólo porque alguien opina diferente a ustedes. Sí, así como lo leen, al típico colombiano le molesta la verdad, le duele que se la digan en la cara, que le estalle toda esa porquería y lo salpique, por eso prefiere atacar. Dicen que la mejor defensa es el ataque, pero yo no quiero atacar a nadie, de hecho me duele escribir lo que escribo, poner lo que pongo, porque también es mi país pero no me engaño, sé que está mal y que va a peor. No soy como esas madres que tienen un hijo que es un pillo, pero sin importar lo que haga siempre le van a defender. Argumentos pueden tener miles;  que exageran, o cualquiera que sea la excusa. Pasa igual con ustedes, dicen que exagero, que odio a Colombia, que sólo veo lo malo y todos esos argumentos de cajón que ya conocen de memoria ustedes mejor que yo. 

Realmente es triste saber que me leen personas con tan poca tolerancia, con tan poco carácter, que lo único que pueden poner en sus argumentos son groserías, el terrorismo también son palabras, aunque no lo sepan. Y no me da miedo seguir escribiendo lo que escribo, seguir expresando mis sentimientos, porque es mi única forma de exteriorizar lo que para mi está mal, lo que en el fondo ustedes saben que está mal, pero se engañan no queriéndolo ver. Vayan a otros países, lean prensa de otros continentes, salgan del frasco en el que están metidos, saquen la cabeza de allí, miren hacía otros lugares para que se den cuenta que Colombia está mal. No con esto les quiero decir que se vayan, ¡no! es tan sólo una invitación a abrir los ojos, no es necesario irse de allí para darse cuenta de lo mal que se está. Aprendan estudien, hagan algo para que después podamos limpiar la basura de país que tenemos. Por lo menos eso es lo que hago yo.