Escribo esto con indignación y desconsuelo. La falta de conocimiento y la idiotez de alguna gente realmente no tiene límites. Ayer hacía una tarde espectacular, por fin se dejó ver la de la primavera, apareció el cielo despejado que parecía que jamas iba venir. Entonces decidí volver a casa caminando, disfrutando de la ciudad, pero cuando pasé por Sol, la plaza más concurrida de todo Madrid, me encontré con la mayor manifestación de ignorancia y estupidez que he visto desde hace un buen tiempo. Se trataba de un grupo de simpatizantes de Chávez, cantando, recitando plegarias y celebrando el triunfo amañado o no, del Chavismo. Un triunfo que deja una sensación poco transparente. No soy venezolana y me importa poco ese país, pero lo que me hace hervir la sangre, es ver a un puñado de europeos que con información tergiversada apoyan una ideología abusiva y corrosiva. Y digo con seguridad que eran europeos, porque hablé con ellos, los investigué.
No sé cómo venderán esas ideas tan malignas aquí, pero créanme que he conocido simpatizantes de las FARC, del Chavismo, de Pablo Escobar y de tantos otros males que tienen y han tenido los países sudamericanos, me quedo aterrorizada cada vez que algún conocido se entera de que soy colombiana y me viene a decir de lo bueno que era Pablo Escobar. ¡Por Dios! Quizá muchos disfrutaron de él en el exterior por su droga, pero quienes vivimos en carne viva toda su maldad no le encontramos nada de bueno, y no hace falta ponerme a enumerar sus crímenes y su nivel de barbarie, porque es algo que todos deben tener muy claro los lectores de éste periódico.
Otro grupo que también encuentro fuera de foco son los simpatizantes de las FARC, en teoría, digo en teoría una guerrilla suena como un modelo adecuado, igualitario, lo que quieran decir. Pero todos sabemos que ese modelo de guerrilla en Colombia nunca ha existido, segados por el poder, por el narcotráfico y por el terrorismo, es un movimiento que hace rato que perdió el rumbo, son uno de los mayores problemas del país. Aún así, con todo ese colchón de maldad y actividades ilegales, aquí existen personas que ven con buenos ojos sus prácticas y sus métodos. Al igual de triste que ver nazis en Sudamérica, aquí se avergüenzan del nazismo, del fascismo y demás dictaduras y corrientes extremistas. Porque lo han vivido, saben lo nocivo que son. Así como pasa con el chavismo, desde lejos podrá verse hasta bueno, pero vívanlo, hablen con personas que hayan tenido que salir de Venezuela por esa dictadura. Lo mismo pueden hacer los nazis criollos en Colombia, vayan a preguntarle a algunos de los judíos que quedan y que alguna vez llegaron huyendo de la barbarie nazi. O a los españoles que se radicaron allí, para esconderse de los fascistas.
La falta de información es peligrosa, tiene un poder inimaginable en las mentes débiles. Esos pensamientos ultra cerrados, extremistas no dejan nada positivo y mucho menos si éstos se ven desde afuera. Lo he dicho toda mi vida y no me cansaré de repetirlo me parece absurdo y estúpido que en Colombia hayan nazis de apellido Pérez, niñitos que leyeron libros o quién sabe qué artículo en algún Blog o portal de internet y han tomado semejante ideología tan equivocada como propia. O como los neo socialistas de aquí, término que me da risa, porque el socialismo hace rato demostró que no es viable, el ser humano es competitivo por naturaleza, y la competencia no va bien con el socialismo.
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